Propone responsabilidad compartida contra el narco

Ofrece Sarukhán cambiar la estrategia hacia EU

Senadores lo ratifican en comisiones como embajador

El tema migratorio se ubicará en el contexto "justo", dice

ANDREA BECERRIL, VICTOR BALLINAS

Ante senadores de las comisiones dictaminadoras que al final decidieron ratificar su nombramiento como embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán Casamitjana definió los rasgos principales de lo que será la nueva relación con el vecino del norte, ante "el desgaste que ha sufrido en los años recientes".

Los lineamientos que el embajador dio a conocer dibujaron una estrategia alejada por completo de la que siguió la administración foxista. Sarukhán dejó en claro que el tema migratorio ya no será eje único de la agenda bilateral, como ocurrió de 2000 a la fecha, y se le ubicará en el contexto "justo y equilibrado para que no se coma a otros temas".

Sostuvo que irá a Washington a representar al Estado mexicano "con lealtad y patriotismo", a encauzar una relación bilateral que debe centrarse en la responsabilidad compartida, tanto en materia migratoria como en el combate a la delincuencia organizada y los problemas urgentes.

En cuanto al narcotráfico, dijo, es necesario erradicar aquí los cultivos, pero Estados Unidos deberá hacer lo propio con el lavado de dinero y el tráfico de armas. De lo contrario, no vamos a poder quitarle a las bandas criminales el armamento y el capital para corromper, comprar y operar. Este es el enfoque de responsabilidad compartida para derrotar y detener a los narcos y al crimen organizado, recalcó.

El panorama fue distinto al que se vivió un día antes en el Senado -cuando compareció Emilio Goicoechea, el embajador designado de México ante Canadá-, pues Sarukhán recibió pocos cuestionamientos y logró el consenso de los legisladores de todas las fuerzas políticas sobre los planteamientos que formuló.

La comparecencia ante las comisiones de Relaciones Exteriores y de Relaciones Exteriores para América del Norte, que presiden Rosario Green, del PRI, y el panista Ricardo García Cervantes, respectivamente, se prolongó cuatro horas. Sarukhán les entregó un amplio documento y después formuló una explicación resumida en la que destacó como los "ejes paradigmáticos" que regirán la relación con Estados Unidos el de la responsabilidad compartida y el de "previsibilidad".

Es decir, explicó, que no haya sorpresas en la relación, para que en el caso de acciones con impacto en la política exterior, éstas deban ser conocidas con anticipación por ambos países, con el propósito de que puedan ser compartidas.

Se refirió a la necesidad de desagregar los temas para retomar mecanismos que permitan el diferendo en un tema, sin contaminar a los demás, como ha ocurrido con el asunto migratorio. Dijo que "México debe entender que la migración no puede dominar la agenda entre ambos países, como ocurrió en los años recientes".

Acudió a una metáfora: "Si la relación bilateral es una carreta tirada por un caballo, que la migración no sea el caballo que tira la carreta, sino una de las cuatro ruedas". Esto no quiere decir que el gobierno dejará de proteger a los migrantes o de cabildear con la comunidad estadunidense para lograr una reforma integral en la materia y no solamente un acuerdo.

En aras de esa reforma, dijo, el gobierno mexicano deberá cabildear en todo el territorio estadunidense, no sólo con la Casa Blanca, sino con los ciudadanos, los legisladores, la opinión pública y los partidos políticos, para convencerlos de que también a ellos les conviene que se negocie la reforma migratoria.

Para realizar un cabildeo integral, explicó, México cuenta con la red consular más grande en el país vecino. Los consulados, agregó, deben convertirse en "cabezas de playa" de los intereses y la agenda mexicana.

El senador Carlos Jiménez Macías, del PRI, expresó su preocupación por lo que consideró un intento de "desmigratización" en la agenda bilateral, porque uno de los logros del gobierno anterior fue precisamente inscribir ese tema.

Al respecto, Sarukhán respondió que, en efecto, "uno de los grandes logros" de la pasada administración foxista fue colocar ese tema como punto neurálgico en la relación, pero después del 11 de septiembre las condiciones se modificaron y México "no supo adecuarse a ellas".

Sobre el muro que Estados Unidos construirá en la frontera, dijo que ninguna barda va a solucionar el problema de flujos migratorios y sólo ocasionará un potencial mayor de muertes de migrantes. Además, "con un costo altísimo en relación con el crimen organizado, porque con estos controles policiacos los traficantes cobrarán cantidades exorbitantes para cruzar a nuestros connacionales".

Los perredistas José Guadarrama y Silvano Aureoles le manifestaron que más allá de diferencias ideológicas es importante que llegue fortalecido a Estados Unidos para impulsar una política alejada de la subordinación.

Guadarrama le dijo que si bien fue un error haber colocado en el centro del debate y como una obsesión el tema migratorio, también es erróneo irse al extremo de desconocerlo, y le pidió que no se permita que el territorio nacional sirva de arena para dirimir los problemas de seguridad que tiene Estados Unidos.

Sarukhán expresó que, como integrante del Servicio Exterior Mexicano, tiene la convicción de trabajar siempre por el Estado mexicano. "Me comprometo a que en la embajada trabajaremos con un sentido de patriotismo y de lealtad, como el eje vertebrador de cualquier acción".

Recalcó que es mexicano gracias a la política exterior de asilo y refugio que el país ha seguido durante décadas. "Soy nieto de refugiados de la guerra civil europea, del primer genocidio del siglo XX, hijo de inmigrantes que pudieron rehacer su vida porque había una política generosa, articulada en torno al refugio y al asilo y quizá, gracias a ello, he dedicado mi vida al Servicio Exterior Mexicano".

Al final, las comisiones aprobaron el dictamen con los votos de PRI, PAN y PVEM. José Guadarrama explicó a Rosario Green que no podían votar en ese momento, porque el lunes la bancada decidirá su postura sobre la ratificación de cónsules y embajadores. Pero aclaró que no serían obstáculo para la ratificación de Sarukhán, porque están conscientes de que debe ir fortalecido a Estados Unidos.