Usted está aquí: viernes 16 de febrero de 2007 Política Las remesas sólo alivian, no combaten la pobreza: expertos

México se aísla de AL por presiones de EU, advierten

Las remesas sólo alivian, no combaten la pobreza: expertos

Grandes pérdidas en países en desarrollo por la migración

JOSE ANTONIO ROMAN

Ampliar la imagen Ex braceros protestan frente al Senado para exigir el pago de los recursos que les descontaron cuando trabajaron en Estados Unidos Foto: Víctor Camacho

México es presionado por el gobierno estadunidense para que cierre sus fronteras desde el sur, lo cual termina por afectar las relaciones con las naciones de América Latina, señaló Jorge Durand, especialista de la Universidad de Guadalajara en temas de migración.

Dijo que mientras los países de Sudamérica avanzan de manera importante en la libre circulación de personas en la región, no sólo de mercancías, en México se exige visa a los ciudadanos latinoamericanos, especialmente de Centroamérica, "con lo que está quedando aislado".

En el segundo día de trabajos de la conferencia internacional Migración y desarrollo, organizada por la Fundación Bancomer, se presentaron las realidades migratorias de India, Filipinas, Marruecos, Turquía y México, en las que, con muchas similitudes y algunos matices, prevaleció la idea de que, efectivamente, las remesas sirven para aliviar la pobreza de las familias de los migrantes, pero "no hacen algo real" por alentar y promover el desarrollo sustentable de las naciones expulsoras.

Stephen Castles, de la Universidad de Oxford, Inglaterra, señaló que aunque hay múltiples organizaciones internacionales especializadas, como la OCDE, el Banco Mundial y el FMI, no existe ninguna que se dedique al problema migratorio, que se encargue de establecer regulaciones y salvaguardar los derechos humanos de las personas. "Hay un enorme déficit de gobierno en cuanto a la migración", advirtió.

En su ponencia Sistemas migratorios. Perspectiva comparada, el especialista explicó que las naciones receptoras siempre han tenido temor de reconocer los derechos de los migrantes, pues piensan que eso aumentará el valor de la mano de obra, encareciendo el trabajo. La prueba de esta falta de compromiso -advirtió- es que sólo una treintena de países han firmado y ratificado la Carta de los Derechos de los Migrantes, que data de 1990, cuando Naciones Unidas tiene unos 190 miembros.

Tanto en su ponencia como en conferencia de prensa posterior, Castles lamentó la "falsa idea" de algunos de que las remesas son como un nuevo modelo de desarrollo. Y aunque aceptó que dichos envíos de recursos han crecido al grado de que para los países pobres y en vías de desarrollo actualmente representan el doble de la ayuda que reciben de las naciones ricas, no pueden sustituir nunca las políticas públicas que deben impulsar los estados-nación.

En este sentido, Jorge Durand dijo que es obvio que las remesas ayudan al bienestar de las familias. La gente come y viste mejor, tiene mayores oportunidades de educación y de salud, pero la frontera entre el bienestar y el desarrollo tiene que ver con condiciones estructurales, ya que la fórmula de desarrollo pasa necesariamente por la ciencia, la educación y la tecnología.

En tanto, Binod Khadria, de la Universidad Jawaharlal, de India, aclaró que la transferencia de recursos, como en el caso de las remesas, no sólo se da de las naciones ricas a las pobres, del norte a sur, sino en muchos casos de manera inversa.

Por ejemplo, dijo, "hay gran cantidad de dinero" que se fuga de los países pobres a los ricos por medio de las personas que se ven obligadas a emigrar. "Pocas veces nos hemos puesto a pensar en el mucho dinero que cuesta formar a profesionistas en las universidades y en nuestras escuelas, para que luego se vayan a trabajar a otros países, los cuales también están sacando mucho beneficio".

Castles señaló que en el caso de México y Estados Unidos, este último vive una "política rara de contradicción" e "hipócrita", pues a pesar de que necesita la mano de obra mexicana, también mantiene una "posición nacionalista" que pretende cerrar las fronteras.

Sobre la próxima visita del presidente George W. Bush a México, descartó que el mandatario estadunidense tenga la posibilidad política para salirse de esta contradicción. "Yo no creo que la reunión de Bush y Calderón vaya a lograr algo; primero tiene que haber un cambio político en Washington, y entonces, quizás, pasemos a una política más racional en materia migratoria", dijo en referencia a las elecciones presidenciales de 2008 en el vecino país del norte.

 
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