Arriban en caravana a las puertas de Pasta de Conchos
El dinero no paga nuestra tragedia, advierten deudos
Realizan jornada de vigilia y plegarias por la justicia
San Juan de Sabinas, Coah., 18 de febrero. Industrial Minera México (IMMSA) ha querido manejar con dinero la crisis por la tragedia que ocurrió hace un año en Pasta de Conchos, ''como si una moneda pudiera llenar el espacio vacío que la negligencia y la corrupción dejaron en nuestros hogares por la muerte de nuestro esposo, de nuestro padre, de nuestro hijo o de nuestro hermano'', condenaron familiares de los 65 mineros muertos el 19 de febrero de 2006.
''La familia ya no es la misma. Para qué queremos dinero si no tenemos con quién compartirlo, porque en nuestra mesa hay un lugar vacío y la tortilla con frijoles no nos sabe igual que antes'', advirtió la señora Trinidad Cantú, una de las viudas.
Este domingo, en la víspera del primer aniversario luctuoso, los deudos de los trabajadores realizaron un plantón a las afueras de la cantera donde siguen atrapados, a 160 metros de profundidad, los cadáveres de 63 de los 65 mineros. Por la mañana, se concentraron en Monclova, a unos 120 kilómetros de distancia, de donde partieron en caravana a bordo de camiones, camionetas y automóviles hasta el yacimiento.
Estuvieron acompañados por el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, así como representantes del Centro de Reflexión y Acción Laboral, de la Pastoral Laboral del Episcopado Mexicano, de las Juventudes Zapatistas, de las redes ciudadanas independientes de Andrés Manuel López Obrador y de integrantes de al menos otras diez organizaciones no gubernamentales.
A la cabeza del convoy aparece Elvira Martínez Espinoza, de 33 años de edad, madre de tres hijos de 13, 11 y 4 años, a quienes la mina les arrebató a su padre, Jorge Vladimir, cuyo cuerpo no ha podido ser rescatado. La mujer da cuenta de los apoyos económicos que la empresa les ha ofrecido ''a cambio de que guardemos silencio y desistamos de nuestras demandas de justicia y de los reclamos para que nos entreguen los cuerpos''.
Son 750 mil pesos por concepto de apoyo humanitario, independiente a la indemnización legal. Elvira es la única viuda que ha rechazado esta ayuda. ''El problema es que por el dinero que la empresa ha estado soltando, ahora nadie está poniendo atención en las labores de rescate, que son muy lentas'', lamentó en entrevista.
La caravana arribó a las afueras de Pasta de Conchos al filo de las dos de la tarde. Las puertas de la mina fueron aseguradas por decenas de guardias privados, ante el temor de que los parientes de los obreros muertos pretendan irrumpir con violencia. Pero los familiares anteponen las ideas a la violencia. ''Yo nada más me quiero imaginar que sentirían (Xavier) García de Quevedo, Germán Larrea o Juan Rebolledo (dueños de IMMSA y de Grupo México) si le metiéramos a uno de sus hijos o a sus madres debajo de la mina. Quizá si eso ocurriera ayudaría para que se dieran cuenta que la familia no se compra'', aseguró Luis Barrera, pariente de uno de los mineros muertos.
El clima de este domingo es menos frío que el de hace un año, cuando en Pasta de Conchos todo era confusión e indignación. Cuando las familias mantenían la esperanza de que los obreros estuvieran con vida. ''Mañana (este lunes) va a cumplirse un año de la tragedia y aún estamos aquí, como prueba de cómo queda una familia después de perder al ser más querido. Es una horrible pesadilla por la cual estamos pasando desde hace 12 meses'', expuso la viuda María del Refugio López.
Por la noche, deudos de los mineros iniciaron una jornada de vigilia en la que se compartieron testimonios, oraciones y plegarias por la justicia. En la entrada de la carbonera encendieron fogatas para alumbrarse y alejar el frío. Se han preparado para llegar al filo de las tres de la mañana, cuando soltarán docenas de globos de colores en memoria de sus familiares.
Esta noche, las plegarias están más vigentes que nunca y a unas horas de que se cumpla el primer año de la devastación, los deudos tienen confianza en amanecer con la noticia de que la Procuraduría General de Justicia del estado de Coahuila finalmente solicitó la orden de un juez para aprehender a los culpables de la tragedia.