El director fundador de La Jornada da la bienvenida a Guadalupe Morfín a la AMDH

Los perseguidos de hoy indican la vía para una sociedad nueva: Carlos Payán

Buscar la verdad, primera forma de reparar el daño a víctimas de abuso, dice la ex comisionada

JOSE GALAN

Los perseguidos de hoy son los fundadores del mañana. No hay gesta fundacional -ni La odisea ni La eneida, ni ninguna otra- que no sea la historia de una persecución y el consiguiente desplazamiento, afirmó ayer Carlos Payán Velver, director fundador de La Jornada y miembro de la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH).

Los torturados, los desposeídos, los perseguidos, los asesinados nos están indicando el camino para fundar una sociedad nueva, más justa, añadió en el contexto del discurso de ingreso a la AMDH de María Guadalupe Morfín Otero, ex presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Jalisco y de la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.

La ex comisionada, por su parte, consideró que la primera forma de reparar el daño a todas las personas que han sufrido el atropello de sus derechos humanos radica en la búsqueda de la verdad y de la justicia. "Si no se agotan todos los esfuerzos la reparación del daño resulta una frase hueca, y se limita a una disculpa pública", expresó.

En la unidad de posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde estuvieron los ponentes acompañados por la presidenta de la AMDH, Gloria Ramírez, y activistas de derechos humanos inscritos en el 21 curso interdisciplinario Los derechos humanos hoy y mañana. Balance, retos, perspectivas y alternativas, Payán Velver afirmó que los afectados, "los otros, trágicamente, son la punta de lanza que nosotros, apasionadamente, debemos defender y acompañar".

Esto porque, en su discurso, Morfín Otero afirmó que convivir durante más de tres años con el dolor por las mujeres asesinadas y desaparecidas en Ciudad Juárez, y sus familias, le llevó a replantear su propia espiritualidad. "Aprendí a pronunciar más voces en primera persona del plural, a decir más el nosotros, a partir de un 'nosotras'. Viví en momentos la sensación total del desamparo, la impotencia extrema, la desolación", comentó.

Payán Velver, en su comentario, consideró que no será, "mi respetada Guadalupe Morfín, que después de haber asumido el 'nosotros', ha llegado el momento de aprender a decir también 'los otros', esos 'otros' que son lo mismo que nosotros, pero a quienes no conocemos, o de quienes desconfiamos por sus diferencias porque viven en las antípodas, por sus credos ajenos al nuestro, por su distinto color de piel, por su diferente condición económica y cultural. Creo que ha llegado la hora de reconocernos no sólo en 'nosotros', sino también en el 'los otros'".

Añadió que, si bien Morfín Otero tiene una profunda formación religiosa, eso no le impide afirmar que la espiritualidad no va reñida con un sano laicismo, que es el respeto a la pluralidad de creencias. En efecto, añadió, la defensa del laicismo corresponde a la defensa de la libertad religiosa y, por ende, de la libertad de conciencia.

Ante la pregunta que planteó la defensora de los derechos humanos: "¿qué subyace en la defensa de los derechos humanos?", el comentarista respondió con una frase: pasión, pasión por los otros, por nosotros, por la vida, por el amor.