Anuncian nueva movilización para el 21 de marzo
El plan del gobierno es dividirnos, denuncian campesinos y sindicatos
Los líderes de organizaciones campesinas y sindicales acusaron al gobierno federal de intentar dividirlos en torno a sus demandas de incremento salarial de emergencia, impulso al empleo, revisión del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de garantizar la soberanía alimentaria del país.
Sin embargo, anunciaron que hoy acudirán a la mesa de diálogo en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), y descartaron una ruptura con el gobierno porque -dijo Francisco Hernández Juárez, dirigente del Sindicato de Telefonistas- "no estamos en el plan de cerrar los espacios de interlocución que se abrieron por la fuerza de la movilización".
De antemano los dirigentes advirtieron que dialogar con el gobierno no implica que renuncien a movilizarse, y anunciaron que el próximo 21 de marzo realizarán una segunda manifestación en la ciudad de México, a la cual esperan que acudan el Congreso del Trabajo (CT) y la Confederación de Trabajadores de México (CTM), organizaciones que recularon horas antes de la marcha del 31 de enero.
En la reunión de hoy los líderes expondrán como principal argumento para el otorgamiento salarial de emergencia a los obreros, la disposición gubernamental de incrementar las percepciones de las fuerzas armadas. Con ello "demostraremos que sí hay posibilidades de lograr un incremento salarial, no aceptaremos una negativa al respecto. Es importante ver el interés del Presidente en torno a las fuerzas armadas, a ellos sí se les pudo incrementar 46 por ciento sus salarios; nosotros no nos oponemos a esto, pero queremos un trato igualitario", puntualizó Agustín Rodríguez, de la presidencia colegiada de la Unión Nacional de Trabajadores.
Fernando Amezcua, secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas, sostuvo que el Frente Sindical Mexicano está en condiciones de apoyar las movilizaciones que iniciarán a partir de marzo y que continuarán hasta mayo en una primera etapa. Insistió en que debe darse un viraje a la política económica y reactivar la planta productiva del país.
"No estamos pidiendo que el gobierno deje de pagar la deuda externa, pero si hay una revisión en los montos de los pagos habría dinero suficiente para reactivar la planta productiva del país", acotó. Expuso que obreros y campesinos no cesarán en su rechazo a la privatización del sector energético.
Los dirigentes de las coordinaciones nacionales de organizaciones rurales y pesqueras, Congreso Agrario Permanente, Barzón-Alianza Nacional y Barzón Popular, aseguraron que sostendrán su unidad y no acudirán a dialogar por separado con autoridades federales. Agregaron que su ausencia en la ceremonia Acciones del Gobierno para el Desarrollo Rural fue para mostrar su inconformidad por lo que calificaron como un acto mediático, ya que el presidente Felipe Calderón pretendió "quedar bien con sombrero ajeno", pues los cerca de 177 mil millones de pesos del Programa Especial Concurrente ya habían sido aprobados por el Congreso de la Unión.
Confían en que hoy, en la mesa de diálogo en la STPS, se puedan construir verdaderas acciones para fortalecer la soberanía alimentaria, revisar el TLCAN y lograr la reorientación de la política agropecuaria. Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, dijo que la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de considerar a la Constitución por arriba de los tratados internacionales da pauta para que el gobierno acceda a solicitar a sus homólogos comerciales la renegociación del convenio comercial.
Los líderes obreros y campesinos sostuvieron que las convocatorias individuales que ha extendido el gobierno, y a las que han respondido el CT y la CTM, y ayer el Consejo Nacional Agropecuario, tienen como finalidad dividirlos y frenar así las eventuales acciones en demanda de un nuevo pacto social.