Ahora son inaccesibles, dice la dueña del Chez Polo
"Queremos devolver al bistro su carácter original"
La oferta es sencilla, pero con su cuota de sofisticación, aclara
Cuando el ejército ruso entraba en batalla, la comida tenía que ser servida con rapidez. "¡Bistro, bistro!" -rápido, rápido-, gritaban. "Eso se ha perdido; los bistro se han convertido en lugares caros, de lujo, inaccesibles para la mayoría. Por eso queremos devolverles su carácter original: comida de calidad, a precios bajos y en un ambiente relajado", expresó Laura Ferraza, dueña del restaurante Chez Polo Bistro & Wine Bar, que nació el pasado 7 de febrero con la idea de convertirse en "un oasis".
Esto último lo es. Se ubica en el tradicional barrio de San Angel, en avenida La Paz 57, Plaza del Carmen, esquina Revolución. Se halla entre dos de las principales avenidas de la ciudad: Revolución e Insurgentes. Se encuentra cerca de Ciudad Universitaria; el objetivo de su propietaria es que sea una opción real para un público amplio, que pueda llegar y, simplemente, tomarse un vaso de vino o un refresco, o conectarse a Internet.
El servicio es de 11 a 11, y su lema: "Los aromas le dan vida al mundo; los sabores le dan mundo a la vida". Para Ferraza, el sitio está envuelto "de un nuevo concepto neoyorkino, con sabores y aromas europeos en una atmósfera vanguardista".
Se trata de comer o beber con tranquilidad "en un ambiente que invite a quedarse. ¿Qué tal tomarse un café y quedarse unas dos o tres horas sin que nadie presione para que consumas más? Tampoco es un restaurante tradicional; es más, no lo queremos vender como restaurante. El concepto es el de un bistro.
"Conforme han pasado los años, se ha deformado lo que es el verdadero bistro. Ahora se le ve como un restaurante muy caro, de alta cocina. En ruso, bistro significa rápido. Cuando atacaron Francia entraban a las casas y para pedir de comer decían: '¡bistro, bistro, bistro!' Eso es lo que queremos replicar acá: comer rico, sano y barato. Estamos hablando de una cuenta promedio de 150 pesos, con vino incluido.
"Nuestra oferta de comida es bastante sencilla, pero, en cuanto a los ingredientes, tiene su cuota de sofisticación. Nuestra especialidad es la mufaleta -torta que se toma con el pulgar, el índice y el anular, pues es gorda y deliciosa. No por ser rápida tiene que ser comida engordante, lo que pasa con los tacos. La relación costo-beneficio es una muy buena alternativa".
Como en cualquier bistro de Europa
Este bistro es el primero de un proyecto que contempla la apertura de otros 10. Ferraza, de origen argentino, tiene fe. "El concepto considera la existencia de una terraza. Hay sillones lounge, como es la moda, y mesas cómodas para las lap tops. La comida, reitero, es sencilla, casual, europea. Es la que se puede hallar en cualquier bistro de Europa.
"Eso abarca desde carpaccios, ensaladas, dips, hojaldres, hasta mufaletas, que son nuestra especialidad y no van a encontrar en otro restaurante. Voy a decir el secreto: la mufaleta es una torta sofisticada, con un pan muy sabroso y extraño, que es de campo, el cual se macera durante 48 horas; se rellena de carnes frías, según el sabor que se apetezca, y se completa con una salsa de alcachofa y aceitunas.
"Este platillo no se prepara en el momento. No tiene mayonesa ni catsup. Todo es bastante natural. Lo light y lo orgánico no lo manejamos; nosotros tenemos comida sana, con ingredientes de alta calidad. No es comida grasosa ni pesada."
En cuanto a las bebidas, insistió: "Queremos popularizar el consumo del vino. La copa de la casa, un tempranillo español, cuesta 35 pesos. Es un vino suave, pero con cuerpo. Es importante que vengan la primera vez. Lo demás corre por nuestra cuenta".
Chez Polo Bistro & Wine Bar cuenta con servicio de valet parking. Para los lectores de La Jornada que lleguen con el ejemplar del día, Ferraza les invitará la primera copa de vino. Informes: 5550-1348.