Promete "hacer las cosas derechitas, transparentes y sin transa"

El Procampo se extenderá hasta 2012, anuncia Calderón en SLP

Pide a campesinos más productividad y ordena a Cárdenas Jiménez corregir errores

CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA

Ciudad Valles, SLP, 22 de febrero. Como en los días de su campaña proselitista, el presidente Felipe Calderón Hinojosa fue encarado por un perredista que lo llamó "espurio". Después, el jefe del Ejecutivo federal encabezó su primer acto masivo, en el que dio cumplimiento a su promesa de extender el Programa de apoyos directos al campo (Procampo) hasta 2012.

En el estadio de Ciudad Valles, el michoacano encabezó una concentración en la que participaron unos 6 mil campesinos y estudiantes que fueron acarreados desde distintos puntos de la Huasteca potosina por los gobiernos estatal y municipales, así como por los comités panistas.

Con el acto denominado Cumpliéndole al campo como telón de fondo, Calderón presentó el "nuevo Procampo", como denominó a la ampliación del programa y a su empeño de "hacer las cosas derechitas, transparentes y sin transa" en el sector.

Fue un día de contrastes para el michoacano. A su llegada al jardín de niños Xóchitl, de la colonia Pimienta, escuchó a los alumnos que le decían: "Felipe, Felipe", así como los llamados de varios vecinos para que se acercara a la puerta de la escuela.

"¿Qué pasó?, allá voy ahorita", respondió el mandatario.

Como ocurrió el día anterior, estuvo acompañado por el senador priísta Carlos Jiménez Macías.

Y en medio de las críticas al ex presidente Vicente Fox por sus declaraciones sobre su intervención en la contienda electoral del 2 de julio de 2006, el Presidente reivindicó al guanajuatense como el creador del Seguro Popular, un "programa que ha sido muy bueno y que yo, decididamente, estoy continuando".

Ante los niños y sus padres no hizo anuncios nuevos, pero al parecer quiso corregir su dicho de la semana pasada, cuando señaló que se sentía como si llevara siete años gobernando. Ahora ofreció que trabajará con la misma intensidad en los próximos seis años.

Con todo respeto...

De ahí cruzó la calle junto con el gobernador panista Marcelo de los Santos para inaugurar una clínica de salud. En el trayecto se acercó a las vallas de metal y saludó a varias personas que lo esperaban.

En el recorrido, una mujer lo felicitó y lo besó, porque -dijo- le ganó la elección al perredista Andrés Manuel López Obrador.

Pero después un hombre quiso entregarle un papel que tenía escrito con tinta azul la palabra "espurio".

"No gracias, no gracias", alcanzó a atajarlo Calderón.

El hombre todavía exclamó: "Con todo respeto, es usted un espurio, un pelele de los poderosos, un usurpador".

"Sí, sí, amigo, gracias, buenos días", respondió el mandatario y aceleró el paso para alejarse.

Los elementos del Estado Mayor Presidencial estaban sorprendidos, porque a pesar de las estrictas medidas de seguridad que aplican en todos los actos del Presidente, en ésta no pudieron impedir que un inconforme se manifestara frente al mandatario.

El manifestante dijo llamarse Francisco Coronado y ser militante del PRD. Explicó que quería pedirle a Calderón que dijera la verdad sobre las elecciones del 2 de julio. "Ya aceptó Fox que lo ayudó. Falta que él lo reconozca. El problema es que no supo ganar y no supo perder".

Soy hombre de palabra

A su llegada al estadio del Centro Cultural de las Huastecas, el Presidente se encontró con unas 6 mil personas. La mayoría campesinos que portaban gorras azules con la leyenda: "Hechos para servir. Gobierno del estado 2003-2009".

Eduardo González, oriundo del municipio de Aquismón, comentó que fueron transportados en camiones proporcionados por el gobierno municipal y que al final del acto les iban a dar zacahui, un platillo local elaborado con masa y carne.

También fueron llevados cientos de estudiantes de Ciudad Valles que a la mitad del acto comenzaron a salirse.

Calderón se enorgulleció de ser un "hombre de palabra" por anunciar la ampliación del Procampo de 2008 a 2012, cuyo preuspuesto para este año asciende a 16 mil millones de pesos. Prometió que en su gobierno el campesino va a ser tratado como "un verdadero adulto responsable y no como un menor de edad".

Dijo que el Procampo seguirá hasta el último día de su administración, pero a cambio pidió a los productores que hagan el campo más productivo y produzcan más maíz. También instruyó al secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, que revise "a conciencia" el programa para corregir los errores.

Minutos antes, Cárdenas Jiménez esbozó los problemas del programa: ineficacia para poner fin a la "pulverización de tierras", los bajos niveles de productividad y competitividad, la alta concentración de recursos en pocos productores y el encarecimiento de las unidades de producción.

Reconoció que "si bien el Procampo no logra las calificaciones más altas, tampoco está reprobado", y planteó la necesidad de hacerle un "ajuste".