En marzo, la sentencia definitiva contra De Prevoisin
Después de más de siete años de litigios en tribunales mexicanos, el primer caso comprobado de financiamiento ilegal de campañas electorales priístas -por una empresa privada- está a punto de concluir con la sentencia definitiva que recibirá Gerard Marie Laurent de Leschevin de Prevoisin y Legorreta, mejor conocido como Gerardo de Prevoisin, ex presidente de Aeroméxico.
La segunda semana de marzo, el magistrado Ricardo Paredes Calderón, titular del segundo tribunal unitario penal, concluirá la revisión de la sentencia a que sea acreedor el empresario, quien en 1988 tomó el control de la línea aérea.
El pasado 13 de septiembre fue sentenciado a cinco años tres meses de prisión, por ser penalmente responsable de un millonario fraude en perjuicio de la compañía, pero la Procuraduría General de la República (PGR), Aeroméxico y el propio De Prevoisin pidieron al segundo tribunal unitario que modifique la sentencia emitida por el juez federal Antonio González García.
La PGR solicitó que aumenten los años de prisión en contra del acusado, con el propósito de que pueda ser reaprehendido. La empresa aérea pidió que suba el monto de la reparación del daño, de 12 millones a 72 millones de dólares, en tanto que De Prevoisin demandó la absolución, tras considerar que el fallo del juez González García fue incorrecto.
Administración fraudulenta en Aeroméxico
Al empresario se le imputa el delito de administración fraudulenta por 72 millones de dólares en contra de la segunda aerolínea más importante del país, administrada actualmente por el consorcio Cintra.
Esta es la segunda vez que De Prevoisin es juzgado por el mismo caso, luego de que en febrero de 2003 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó reponer el procedimiento del juicio y dejar sin efecto la sentencia anterior de cinco años y seis meses de prisión que se había dictado contra el empresario, nieto del marqués Robert de Leschevin de Prevoisin.
Actualmente, el ex presidente de Aeroméxico se encuentra en su casa de Cuernavaca, Morelos, en espera de la determinación del magistrado Paredes.
De Prevoisin consiguió su libertad provisional tras haber dejado como garantía judicial un terreno desértico de 100 hectáreas, ubicado en San Felipe, Baja California, presuntamente valuado en 321 millones de pesos, aunque diversos corredores y la empresa demandante argumentan que el predio vale mucho menos.
Según el pliego acusatorio que consta en la causa penal 105/2000, el supuesto acto ilícito por 72 millones de dólares se perpetró a partir de cuatro operaciones financieras. Las dos primeras, derivadas de préstamos irregulares con los que adquirió acciones de la aerolínea (uno por 37.5 millones y otro por 15. 2 millones de dólares), en los que de manera dolosa dejó como garantía bienes de la propia empresa.
La tercera operación irregular fue la utilización personal de 11 millones de dólares de intereses generados a partir de los dos empréstitos anteriores.
La cuarta operación, ocurrida de enero a agosto de 1994, se trata de ocho transferencias bancarias, de un millón de dólares cada una, de cuentas de Aeroméxico a su cuenta personal de Nueva York.