Acción rebelde en Sri Lanka con morteros; tres diplomáticos heridos
Un helicóptero que transportaba diplomáticos fue atacado por tamiles con granadas de mortero en el este de Sri Lanka, cuando se disponía a aterrizar en el aeródromo de Batticaloa. Resultaron "levemente heridos" los embajadores Robert Blake (Estados Unidos), Jurgen Weerth (Alemania) y Prio Mariani (Italia), de una misión de 11 diplomáticos y un delegado de Naciones Unidas que se proponía obtener información sobre la situación de combate en Vakharai.
Mariani llevó la peor parte ya que deberá ser operado para quitarle metralla de la cabeza. Una colaboradora del ministro de Derechos Humanos, Mahinda Samarasinghe, quien invitó a los embajadores, también tiene restos de metralla en la pierna. Además, resultaron heridos seis policías, tres soldados y un niño.
Ocho de los 22 pasajeros del helicóptero habían bajado de él cuando comenzaron a explotar las granadas. El piloto levantó el vuelo con el resto de los pasajeros. Los embajadores italiano y alemán, junto con las otras seis personas que habían descendido del aparato, fueron trasladados luego a un lugar seguro en vehículos blindados.
El hecho de que gran parte del cuerpo diplomático en el país asiático se haya salvado milagrosamente de morir en el conflicto muestra lo mal que está la situación de seguridad. Los diplomáticos querían hacerse una imagen de la situación en Vakharai, en la que hasta hace poco se combatía y está al norte de Batticaloa.
Allí se acusa a tropas gubernamentales y rebeldes de haber cometido violaciones de derechos humanos en los combates que han protagonizado. El ejército ocupó Vakharai con una lluvia de granadas, aunque aún había civiles en el lugar, e impidió el paso a convoyes de ayuda.
El independentista Tigres de Liberación de Tamil Eelam, que ordenó a la población que aguantase e impidió huir a los habitantes, reconoció haber lanzado una ofensiva en el este de Sri Lanka, "lamentó profundamente" haber herido a varios diplomáticos y responsabilizó al gobierno por no haber anunciado su llegada.