Penoso, admitir que persiste la tortura en Jalisco: CEDH
Guadalajara, Jal., 27 de febrero. Jalisco no cumple con los requisitos básicos para que se le considere dentro del estado de derecho, como lo demuestran las casi 800 quejas por presuntos casos de tortura presentadas durante el gobierno de Francisco Ramírez Acuña, actual secretario de Gobernación, quien nunca atendió ninguna de las ocho recomendaciones que se le emitieron sobre tormentos a ciudadanos, sostuvo el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Carlos Manuel Barba García, quien presentó esta mañana su informe de actividades 2006.
Barba García pidió al nuevo gobernador, Emilio González Márquez -quien iniciará funciones el jueves próximo-, una política de Estado muy clara dirigida al respeto a los derechos humanos. Pero la petición quedó en el aire, porque González Márquez, al igual que casi todas las autoridades panistas, tanto del gobierno estatal saliente como del entrante, y de los municipios de la zona metropolitana de Guadalajara, no se presentaron a pesar de la invitación que se les hizo. El alcalde de esta capital, Alfonso Petersen Farah, fue el único que acudió al informe.
"Es penoso admitir que la tortura sigue existiendo en Jalisco, inclusive de formas más elaboradas. Con tal de combatir el delito y brindar seguridad se utilizan innumerables recursos; sin embargo, en un gobierno cuya premisa esencial es mantener el estado de derecho, estas acciones deberán estar impregnadas de un profundo respeto por la legalidad. En tanto existan evidencias de tortura, la CEDH lo documentará e insistirá en su erradicación, pues el fin último del Estado descansa en el respeto a la dignidad de las personas", leyó el ombudsman.