Los médicos evaluarán si puede ser trasladado a su hogar, informó su hijo

El ex técnico de la selección José Antonio Roca, en estado crítico

El autollamado antichiva número uno recibe una pensión mínima del IMSS

MARLENE SANTOS ALEJO

El ex técnico nacional José Antonio Roca, principal promotor de la rivalidad América-Chivas, atraviesa por una crítica situación luego de mes y medio de haber sido internado en el hospital Español, a raíz de una caída.

Por momentos consciente, pero también con largos periodos con la mente entre brumas, quien siempre se definió como el "antichiva número uno", cuenta con el apoyo de su familia y una raquítica pensión del IMSS.

En junio de 2005 el apodado Míster, de 78 años -nació el 24 de mayo 1928, en el Distrito Federal-, sufrió un infarto cerebral y a fines del mismo año tuvo una recaída. Ahora de nuevo está en el nosocomio tras haberse desplomado mientras bajaba las escaleras de su casa.

"El infarto cerebral lo dejó con problemas para caminar, por eso se cayó y golpeó la cabeza. Los médicos dicen que por el impacto padece un desequilibrio metabólico. Esperan que se estabilice, pero ya tiene mes y medio y ellos no pueden saber exactamente cuáles son las consecuencias", explicó su hijo José Antonio.

Agregó que la próxima semana los doctores decidirán si es conveniente llevarlo a su domicilio, donde "recibiría la visita de los especialistas y tendría una enfermera de cabecera, porque la vez anterior, cuando tuvo el problema del infarto, mejoró mucho en casa".

José Antonio Roca, hijo, señaló que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) no se ha acercado a la familia para ofrecer ayuda. "Nosotros vamos a cubrir todo. Mi papá tiene una pensión del IMSS por los años que trabajó, aunque es mínima", indicó.

-¿Y los amigos del gremio?

-Hasta hoy no ha habido acercamientos en ese sentido.

Roca siempre se definió como "el antichiva número uno", porque aprendió a odiar al equipo tapatío desde su paso por el Zacatepec, cuando fue llamado por Octavio Vial a la selección nacional. Sin embargo, ahí se topó con un chiva, ya que el Jamaicón Villegas tenía la titularidad en el puesto.

Luego de 20 años como jugador -militó en el Asturias, Necaxa, Zacatepec y Atlante- y de participar en los mundiales Brasil 50, Suiza 54 y Suecia 58, el también contador público fue secretario general de la FMF en la gestión de Guillermo Cañedo de la Bárcena, quien posteriormente lo llevó como técnico al América.

Ningún mejor lugar que ese pudo encontrar para dar cauce a su sentimiento adverso al Guadalajara.

Con su llegada al equipo de Coapa se intensificó la rivalidad de cada enfrentamiento hasta alcanzar la categoría de clásico nacional. No titubeó en calentar cada choque y llegó a reclamar a Manuel Lapuente su tibieza al punto de decir que al hombre de la boina le faltaba vivir más clásicos.

Uno de sus pupilos en la conquista del título 1970-71, Carlos Reinoso, fue de los que mejor asimilaron su idea, y cuando llegó a ser timonel de las Aguilas prohibió a los jugadores intercambiar playeras.

A Roca le tocó vivir uno de los capítulos más amargos del balompié nacional, cuando en 1978 fue a la Copa del Mundo de Argentina, con un puñado de jóvenes promesas como Víctor Rangel y Hugo Sánchez, y quedó en último lugar al perder contra Túnez, Alemania y Polonia.