Allanará el camino hacia la economía de mercado; críticas a privatizaciones ilegales
Aprobará Congreso chino primera ley de propiedad
Ampliar la imagen Guardias de seguridad resguardan el Congreso del Pueblo en Pekín donde se darán cita cientos de delegados Foto: Ap
Pekin, 3 de marzo. El Congreso del Pueblo seguirá allanando en su reunión anual, que comienza mañana lunes en Pekín, el camino para el desarrollo de su economía de mercado. La propiedad estará mejor protegida en el futuro y su utilización, mejor reglamentada. Se ordenará el pago de indemnizaciones "razonables" en los casos de expropiaciones. En cuestión de impuestos, las empresas chinas se encontrarán en un futuro a la altura de las extranjeras. En cuanto a la ley de propiedad, que ya protege tanto la pública como la privada, los opositores han criticado que en el marco de una privatización de las empresas estatales se ha ido demasiado lejos, cientos de millones de bienes estatales han caído ilegalmente en manos particulares, lo que ahora legaliza el derecho a ésta.
Los aproximadamente 3 mil delegados pretenden discutir además sobre una reforma de la controvertida prisión para la reducación. Pero no abolirán este tipo de encarcelamiento, que puede ser decretado sin proceso alguno y que viola los derechos humanos.
En este Congreso del Pueblo, que durará hasta el 16 de marzo, esta vez más de lo normal, se sentarán las bases para el importante Congreso del Partido Comunista, que se celebra cada cinco años y que tendrá lugar en otoño.
Cinco años después del relevo generacional en la cúpula del Estado y del partido, el jefe de ambos, Hu Jintao, ha afianzado su posición. Con un golpe contra la así llamada camarilla de Shanghai en torno a su predecesor, Jiang Zemin, el presidente se quitó de encima a sus adversarios, acusándolos de corrupción. El jefe de gobierno, Wen Jiabao, encargado de preparar los contenidos del Congreso, y el vicepresidente Zeng Qinghong, que organiza la composición del nuevo Comité Central, pertenecen junto con Hu al nuevo trío en la cúpula.
La primera ley de la propiedad de la República Popular China, que los delegados aprobarán, estuvo precedida por un tira y afloja de cinco años con los ideólogos izquierdistas. Por miedo a que el socialismo pudiese venderse, las fuerzas conservadoras hicieron fracasar por sorpresa hace un año un borrador. Después de que se llevasen a cabo modificaciones y tras la séptima lectura, algo que nunca antes había pasado, ya hay una versión definitiva de la futura ley. Como fórmula de compromiso, se subraya en ella que la propiedad estatal es "el núcleo del sistema económico". La propiedad pública y la privada quedan protegidas por igual.
Los opositores criticaron que en el marco de una privatización de las empresas estatales que ha ido demasiado lejos, cientos de millones de bienes estatales han caído ilegalmente en manos privadas, lo que ahora legaliza el derecho de la propiedad.
Quienes están a favor pretenden sencillamente, por el contrario, mejorar la competencia china. "Si quienes juegan en el mercado no son iguales, la economía de mercado no puede funcionar", dijo Yao Hong, del comité de legislación. Estos argumentan también que la ley pretende proteger a los propietarios de una simple cabaña de una demolición arbitraria, al cual que a los habitantes ricos de una villa. Las expropiaciones sólo podrán tener lugar en el futuro por interés general y a cambio de una indemnización según las nuevas normas legales.
De todos modos, el Estado socialista sigue siendo como hasta ahora el propietario del suelo. Las personas privadas sólo podrán adquirir en el futuro derechos para la utilización del suelo si quieren construir.