Invasiones, bloqueos de automovilistas y aun retenes policiacos en algunos tramos

Denuncian inconvenientes de la ciclopista de la ciudad de México

La pista tiene una extensión de 90 kilómetros, de Polanco hasta La Cima

Desde su inauguración han diseñado circuitos complementarios que conectan hasta el Centro Histórico

AGUSTIN SALGADO

En algunos tramos está invadida por asentamientos irregulares, en otros está confinada y cuenta con señalizaciones suficientes. Su "conectividad" no es la mejor y en su parte urbana es bloqueada por vehículos particulares, transportistas, vecinos e inclusive por policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), que instalan retenes en la superficie de rodamiento.

Inaugurada el 25 de enero de 2004, la Ciclopista del Distrito Federal, en realidad son dos tramos diferentes. El urbano, que en su mayoría se limita a líneas pintadas sobre el pavimento, y la zona rural, que se encuentra confinada, tiene la señalización suficiente y a decir de los propios ciclistas es "subutilizada" por los habitantes de la ciudad.

La pista de más de 90 kilómetros de extensión comienza en Polanco y termina en el paraje denominado La Cima, que es el límite entre el Distrito Federal y el estado de Morelos.

Para su planeación se utilizó el trazo de las vías de Ferrocarril a Cuernavaca, y la propuesta original surgió de organizaciones sociales desde finales de la década de los noventa.

Después de la inauguración las autoridades capitalinas han "diseñado" circuitos complementarios, uno de los cuales es el que "conecta" la ciclopista con el Centro Histórico.

Para ello se pintó una línea roja sobre las avenidas Chapultepec y 20 de Noviembre, lo que a decir de Areli Carreón, fundadora de la Asociación Civil Bicitekas, no son ciclovías.

"Está marcada con pintura de aceite que mojada se vuelve resbaladiza; cruza las rejas de ventilación del Metro, tiene baches y postes. El mobiliario urbano la bloquea y es un riesgo para quien pretenda andar en bicicleta por ahí", sentenció.

A la altura de la Plaza de las Aguilas, en la calzada de los Leones, la SSPDF tiene instalado un retén de revisión. Las unidades 5817 y 5844 de la Coordinación Territorial de Alvaro Obregón Tres, denominada Alpes, se encuentran estacionadas sobre el costado derecho del arroyo vehicular, con lo cual bloquean por completo el espacio confinado de manera virtual por la línea roja.

-Oficial, ¿por qué bloquean la ciclopista?

-"Cuál ciclopista, aquí no pasa eso o sí", contesta el policía Gerardo Mendoza.

Metros adelante se encuentra una camioneta particular que es revisada por el policía Pedro Alonso, superior de Mendoza.

"Sí pasa la ciclopista por aquí, pero tenemos la orden de instalar un 'punto de revisión' para detectar drogas y armas. Es un punto fijo y estamos todos los días a partir de las seis de la mañana. Son pocas las bicicletas que circulan por aquí", comenta Alonso.

Efectivamente son pocos los ciclistas que utilizan esta parte de la pista. Muchos de ellos optan por circular sobre la lateral del Periférico hasta avenida de Las Flores, punto donde empieza un tramo de la ciclopista más adecuado.

Tres jóvenes provenientes de Polanco sortean el retén en sus bicicletas. Es la primera vez que transitan por la ciclopista y pretenden llegar hasta el Ajusco.

Otro miembro de Bicitekas, Xavier Treviño, se refiere a los circuitos que no corren por la vía del tren. "esas no son ciclovías", coincide con Carreón, "no implicaron obras, excepto algunas rampas, y lo único que hicieron fue pintar banquetas, camellones y calles a lo güey."

A la altura del Panteón Jardín la rodada se vuelve imposible: la ciclopista se convierte en el pasillo de un asentamiento irregular.

Del Ajusco a La Cima, lo mejor

Hacia el sur la situación mejora. En el tramo de Magdalena Contreras y Tlalpan existen aún los bloqueos por parte de automóviles, cruces peligrosos y falta de mantenimiento de la superficie de rodamiento; sin embargo, la ciclovía ya se encuentra confinada y su continuidad está menos alterada.

El tramo que va de Picacho Ajusco a la Cima, es la que más utilizan quienes hacen de la bicicleta una manera de vivir.

Es la que, a decir de Areli, se encuentra subutilizada: "se tiene que difundir esta parte, que se sepa es una opción recreativa que, además de ser gratuita, genera beneficio a las zonas rurales".

Xavier opina igual: "es de lo mejor que hay, claro, no hay problemas de autos".