Como meta inmediata promete ganar las gubernaturas en Yucatán y Baja California
Asume Paredes liderazgo y llama a evitar la "balcanización" del PRI
Dice que el diálogo con el gobierno federal "no implica declinación, sino civilidad"
Ampliar la imagen Beatriz Paredes durante su asunción, este domingo, como nueva presidenta del PRI, ante simpatizantes y militantes de su partido Foto: Marco Peláez
Ampliar la imagen El gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, antes de que comenzara la ceremonia en la sede nacional del PRI Foto: Marco Peláez
Ampliar la imagen Jorge Hank Rhon saluda a la nueva presidenta nacional del tricolor antes de dar inicio al acto con que asumió la ex gobernadora de Tlaxcala Foto: Marco Peláez
Con una nueva convocatoria a la unidad, y con el rechazo a la "balcanización" del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Beatriz Paredes intentó recoger los trozos de un partido que no logró, en la fallida asamblea, dar el paso hacia la construcción de su "cuarta etapa", como propuso ayer la nueva dirigente del tricolor.
En su arenga, Paredes reiteró su disposición al diálogo con otras fuerzas políticas y con el gobierno federal, interlocución que, subrayó, "no implica declinación o entrega, sino civilidad política y certidumbre de integridad para defender los intereses partidarios".
Ante sus correligionarios, ofreció en múltiples ocasiones una dirección democrática, incluyente y federalista, nunca más ajena a las batallas de sus militantes, "ni pusilánime" cuando desde el Estado se pretenda socavar la integridad y representatividad de sus sectores y organizaciones.
Insistió en que no utilizará la presidencia del PRI como plataforma para construir su candidatura presidencial y, luego de asegurar que este partido es capaz de triunfar en las nuevas condiciones de la competencia electoral, llamó a los priístas a recuperar no sólo municipios y estados, sino la Presidencia de la República. Como tareas inmediatas comprometió la victoria en las elecciones para gobernador en Yucatán y Baja California.
En un discurso de casi una hora, Peredes Rangel reiteró su deseo de construir al PRI del siglo xxi, y entre citas de Reyes Heroles, Plutarco Elías Calles, Antonio Villalobos, Lázaro Cárdenas, Luis Donaldo Colosio y Octavio Paz, se comprometió a establecer una estrategia para asegurar la renovación generacional de su partido.
Con la presencia de 14 de los 17 gobernadores priístas -no asistieron los mandatarios de Nayarit, Tabasco e Hidalgo- la dirigente partidista para el periodo 2007-2011 exigió al gobierno federal no utilizar la estructura pública como apéndice del Partido Acción Nacional (PAN), ni los programas sociales con fines electorales.
"Exigimos que se transparenten recursos y normas para el ejercicio de los programas sociales en todo el país", advirtió.
"No está a prueba la lealtad priísta"
Y luego de recordar que fueron los legisladores del PRI quienes hicieron quórum para que Felipe Calderón pudiera rendir protesta como Presidente de la República, aseveró que "no está a prueba la lealtad del PRI con las instituciones del país y la estabilidad de México".
Al referirse a las llamadas reformas estructurales que ha pretendido impulsar el gobierno panista, Paredes se opuso a la visión de quienes pregonan la inevitabilidad de la inserción subordinada de la economía mexicana, con un esquema irracional de concentración del ingreso.
O de que el modelo de globalización de América del Norte corresponda a un fatalismo histórico económico que renuncia a la imaginación y al valor que caracterizó a generaciones de mexicanos de otros tiempos.
Negó que con ello se pretenda desconocer el impacto de la vecindad y de la geopolítica, sino de asumirlas con dignidad y perspectiva de equidad.
"No es una querella entre dinosaurios fundamentalistas y modernizadores pragmáticos. Esa es otra de las muchas formas para descalificar o trivializar la discusión. Es una controversia que encierra una disputa, la disputa para dirimir quiénes tendrán la hegemonía en el país", apuntó.
Por ello insistió en su disposición al diálogo con todas las corrientes políticas del país, "por cercanas o antagónicas que sean a nuestro ideario", así como con los representantes del poder público.
Ausencias
La ceremonia se significó por la asistencia, entre otros, del gobernador de Sonora, Eduardo Bours, quien prácticamente no había pisado la sede del tricolor desde el triunfo de Roberto Madrazo como candidato a la Presidencia de la República, y que en la reciente contienda, apoyó abiertamente a Enrique Jackson.
Bours también es uno de los personajes cuya amistad con Elba Esther Gordillo -y la cercanía con el Partido Nueva Alianza- le ha ganado el repudio de un sector del priísmo, mismo que se reflejó en el lejano lugar que le fue asignado en el templete, el último, y en la rapidez con la que, tras la ceremonia, abandonó la sede del tricolor.
Entre las ausencias destacó la del ex senador Enrique Jackson y su compañera de fórmula, Sara Latife, en la pasada contienda interna. Jackson adujo que ayer todavía se encontraba fuera de México.
Por supuesto, tampoco estuvo Roberto Madrazo ni los ex presidentes surgidos de las filas del tricolor, aunque sí invitados especiales, como el líder nacional del Partido Verde, Jorge Emilio González, y el embajador de la República Popular China, Yin Hengmin.
Al mediodía, una vez clausurada la asamblea nacional extraordinaria que terminó por acotar las facultades de las dirigencias estatales, Paredes apareció en escena con uno de sus típicos huipiles, para recibir las salutaciones, primero y más efusivamente, de aquellos que la apoyaron en su campaña, a quienes se refirió en el discurso como sus amigos, mientras a lo lejos se escuchaban los reclamos del opositor solitario Arturo Oropeza.
Mencionó generosamente la lealtad de Mariano Palacios Alcocer al frente de su partido. "Los priístas reconocemos en Mariano, que apostara su capital político para encabezar el partido en un momento crítico."
Cumplido este rito y al calor de las porras de cientos de priístas que llegaron del estado de México, grupos de cenecistas y burócratas, principalmente, la presidenta nacional prometió "espacios para todos los que quieran trabajar por el partido", y atendiendo a la sugerencia de sus colaboradores, guardó para otro día los nombramientos de quienes integrarán su Comité Ejecutivo.
"Capacidad de cambio"
Ya como presidenta de un partido que ha perdido en dos ocasiones consecutivas la elección presidencial, la mayoría en el Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo en 15 entidades, habló de la interrogante que tienen todos los priístas sobre su futuro:
"Algunas voces me preguntan: '¿Crees que el partido de veras puede cambiar?' ¡Claro que lo creo!", e inclusive aseguró que lo único que le ha permitido al partido persistir durante varias décadas es su capacidad de cambio, de adaptación y de autorregeneración.
Si en su cumpleaños 78 el PRI inició con música del griego Vangelis y del mexicano Pablo Moncayo, Paredes Rangel concluyó la fiesta de este viejo partido con el anhelo de no quedarse a la zaga de la modernidad, con una amplia cita del premio Nobel Octavio Paz:
"Perseguimos a la modernidad en su incesante metamorfosis y nunca logramos asirla, se escapa siempre. Ese pájaro que está en todas partes y en ninguna, queremos asirlo vivo, pero abre las alas y se desvanece vuelto un puñado de sílabas.
"Nos quedamos con las manos vacías, entonces las puertas de la percepción se entreabren y aparece el otro tiempo, el verdadero, el que buscábamos sin saberlo, el presente, la presencia."