Desalojo de un centro juvenil, detonante de la violencia
Más de 600 detenidos en tres días de disturbios en Copenhague
Copenhague, 4 de marzo. La policía danesa detuvo a más de 600 personas en su mayoría extranjeros desde que inició el pasado jueves la ola de violencia en un distrito de clase media en Copenhague, luego que desalojó a activistas de un edificio a inicios de esta semana.
Los arrestos se produjeron tras uno de los peores actos de violencia registrados a primeras horas del sábado, cuando la policía se enfrentó en una batalla callejera con cientos de jóvenes que incendiaron vehículos y saquearon una escuela local.
Este domingo, unas 300 personas se manifestaron en bicicleta por la tarde por las calles de Copenhague para protestar por el desalojo.
"La situación ha mejorado bastante, pero mantenemos nuestra vigilancia", declaró a la Lars Borg, portavoz de la policía de la capital.
La noche del sábado al domingo fue mucho más tranquila, aunque la policía, que permanecía desplegada en el centro de la ciudad, dispersó varias manifestaciones y detuvo a varias personas.
Desde el comienzo de los incidentes, las fuerzas del orden detuvieron a unas 643 personas, entre ellas 140 extranjeras (25 alemanes, 20 noruegos, 20 suecos y varios estadounidenses, franceses, británicos, italianos y polacos).
La policía expulsó además a varios alemanes trasladándolos a la frontera entre ambos países, y a varios suecos que el sábado llegaron a la estación de Copenhague.
Hasta este domingo se encontraban bajo detención preventiva 218 personas, entre ellas 20 menores. Los padres y asociaciones de ciudadanos denunciaron a las autoridades danesas por "pisotear las convenciones internacionales que prohíben encarcelar a menores en prisiones para adultos".
El desalojo de la llamada Casa de la Juventud, un edificio ocupado en forma ilegal desde 1991, cuando el ayuntamiento lo vendió a una iglesia, generó una guerra campal entre las autoridades y los jóvenes.
Los grupos han empleado todos los medios a su alcance para desatar una revolución callejera, incendiando coches, destrozando comercios, colegios y bibliotecas, tirando bombas molotov, botellas incendiarias, bombas caseras, ladrillos y piedras.
Construido en 1897 y una vez visitado por el ex dirigente ruso Vladimir Lenin, el edifico servía como un centro comunitario para grupos de izquierda y era un imán para hippies y anarquistas. En años recientes, acogió conciertos de grandes personalidades de la música como el músico australiano Nick Cave y de Bjork.