Insuficiente, el transporte alterno, queja de familias

Micros hacen su agosto por cierre de estaciones del STC

Durante 10 fines de semana realizarán obras en Tlalpan

LAURA GOMEZ FLORES

Insuficientes resultaron las 90 unidades de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP) para atender a los cientos de usuarios del Metro que no pudieron acceder a alguna de las 10 estaciones de la línea 2 que dejaron de prestar servicio este fin de semana, por las obras de remodelación que lleva a cabo el organismo. Además padecieron los problemas de congestión vial derivados del estacionamiento en doble y triple fila de los microbuses y autobuses de la ruta 2, que ofrecían su servicio para llevarlos hasta la zona de hospitales, aunque esto significó a los usuarios desembolsar el doble del pasaje e ir colgados, con el consecuente riesgo de caerse.

Dicha situación se vive desde febrero pasado en Circuito Interior y avenida de Los 100 Metros por el cierre de seis estaciones de la línea 5, que corre de Pantitlán a Politécnico, donde los usuarios utilizan además el doble de tiempo para trasladarse de Consulado hacia la terminal IPN, "calvario que terminará hasta el 15 julio", según los anuncios colocados en la estación, comentaron algunos pasajeros.

Por segundo día, la circulación en la calzada de Tlalpan se vio afectada, pese a que el número de usuarios promedio de un millón de personas entre semana, se reduce entre 50 y 60 por ciento los sábados y domingos, por el cierre de las estaciones San Antonio Abad, Chabacano, Viaducto, Xola, Villa de Cortés, Nativitas, Portales, Ermita, General Anaya y Tasqueña.

Se trata de una cuestión temporal, pues el 6 de mayo concluirán los trabajos de sustitución de cableado de tracción y alumbrado en instalaciones fijas y, por lo tanto, no se volverá afectar el servicio los fines de semana, comentaron integrantes de la Ola Naranja y personal de protección civil del Sistema de Transporte Colectivo, quienes no se daban abasto en atender las largas filas de usuarios.

"No es posible que las autoridades no piensen en que los únicos días que las familias pueden salir, lo hagan entre carreras y apretrujones para llegar a su destino, pues tenemos que esperar entre 10 y 15 minutos para subir y eso no nos garantiza que vayamos sentados", coincidían en señalar varias familias, que a pleno rayo del sol esperaban en la fila.

Otras, desesperadas, abordaban alguno de los microbuses que circulan sobre la avenida, pero pagando por la dejada 2.50 a 3.50 pesos, según la distancia o, en caso extremo, subirse a un autobús donde el costo del pasaje autorizado es de 3.50 y 4.50 pesos, sin que ello les permitiera ir más cómodos, porque iban al máximo de su capacidad.

"Hay que aprovechar las ventajas que dan las autoridades. Si ellas con sus camiones no se dan abasto, nosotros los ayudamos y por eso muchos de los compañeros que descansan los fines de semana prefirieron trabajar, porque la ganancia es buena y en esta época cualquier centavito extra nos ayuda", comentaron operadores del servicio concesionado.