Desde diciembre presentaron varios juicios de amparo y aún no hay audiencias, acusan
Persiste dilación deliberada de la justicia en los casos de los hermanos Sosa: abogados
Es un claro ejemplo de que México no es un país de leyes, como afirma Calderón, lamenta Eduardo Miranda
Se cumplen tres meses de la detención de los ex integrantes de la APPO
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El pintor Francisco Toledo recibió de los integrantes de la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos el informe sobre los hechos registrados en Oaxaca
Foto: Ezequiel Leyva
Pese a que los hermanos Sosa Villavivencio presentaron desde diciembre pasado varios juicios de amparo en contra de los autos de formal prisión en su contra y de los traslados y reclusión en penales de máxima seguridad, a la fecha no se ha realizado ninguna de las audiencias constitucionales respectivas, pues los jueces responsables no remitieron a tiempo los informes y constancias de los expedientes, incurriendo en una dilación "deliberada e injustificada" de la justicia, vulnerando así los derechos humanos de los acusados, advirtió Eduardo Miranda Esquivel, integrante del equipo de defensores de los hermanos Sosa.
El abogado indicó que el trato de las autoridades federales y estatales a los procesos penales de todos los detenidos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) "es un claro ejemplo de que México está lejos de ser un país de leyes, como señala el presidente Felipe Calderón, y de que la impartición de justicia no se cumple".
Informó que hasta ahora se siguen varias causas penales en contra de los hermanos Sosa; seis para Flavio, por los presuntos delitos de sedición, asociación delictuosa, secuestro, despojo agravado, robo calificado, lesiones calificadas, daños en los bienes y daños por incendio. En tanto, Erick y Horacio sólo enfrentan una causa penal por los ilícitos de secuestro, robo calificado y lesiones.
Ayer se cumplieron tres meses de la detención de Flavio y Horacio Sosa en la ciudad de México y de su posterior traslado al penal de máxima seguridad El Altiplano, en Almoloya, estado de México; mientras que Erick, detenido el 28 de noviembre pasado, está recluido en el Centro Federal de Readaptación Social de Matamoros, Tamaulipas.
Debido a esto, informó el litigante, los Sosa mantienen ocho juicios de amparo contra el auto de formal prisión y dos en contra del "ilegal" traslado y reclusión en los penales de máxima seguridad, tramitados desde la segunda quincena de diciembre de 2006.
Pese a ello, señaló Miranda Esquivel, los jueces penales de Ocotlán, Tlacolula y Etla no han enviado ni rendido en tiempo los informes justificados y constancias de los expedientes, afectando las garantías de los detenidos.
Critican silencio de la CNDH
Asimismo, agregó, con respecto a los procesos penales "la situación es similar", pues no se ha iniciado la instrucción, ofrecimiento y desahogo de pruebas, debido a que no se han acumulado los expedientes que la defensa solicitó desde hace más de dos meses. Añadió que esa lentitud es justificada por los jueces con el argumento de que "tienen mucha chamba" y "no se dan abasto", situación que "es totalmente indignante para un país en el que su Presidente se jacta de que somos una nación de leyes".
Subrayó que como las autoridades federales y estatales "han violado los derechos humanos" de los Sosa Villavicencio, la defensa de éstos interpuso el pasado 31 de enero una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que el organismo emitiera, además de la recomendación por el caso Oaxaca, una acción urgente para que trasladaran a los detenidos en penales federales a cárceles del estado y que se garantizara su derecho a la defensa.
"Es una pena comunicar que a la fecha la gestión de la CNDH no solamente ha sido ineficaz, sino que ha optado por el silencio", advirtió Miranda.
Consideró que a más tardar este mes se deben resolver los amparos tramitados, para poder comenzar con la presentación de pruebas que acrediten la inocencia de los Sosa Villavicencio.
Aunque consideró que la liberación de los detenidos de la APPO, en especial la de los hermanos Sosa, "no será fácil, porque son auténticos rehenes del régimen, y su liberación depende de múltiples factores: del ascenso del movimiento popular, de un gran apoyo social, de una buena defensa jurídica, de una amplia difusión del caso y de la intervención de los organismos nacionales e internacionales".