Fue militar y duro crítico de la cúpula castrense

Extraña muerte de periodista ruso; familiares rechazan versión de suicidio

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscú, 5 de marzo. Los familiares y colegas del periodista Iván Safronov, coronel retirado del ejército ruso y comentarista militar del diario Kommersant, rechazan de modo categórico la hipótesis de que se suicidó, hasta ahora la principal línea de investigación de la procuraduría rusa desde que, el viernes pasado, se encontró su cuerpo sin vida en medio de un charco de sangre y, según reveló la autopsia, con múltiples fracturas y contusiones, junto a la entrada del edificio de apartamentos donde vivía.

Todas las pistas apuntan a que Safronov, uno de los expertos mejor informados del ejército ruso por dentro y muy crítico con la cúpula castrense, se arrojó desde la ventana del descanso de la escalera entre el cuarto y el quinto pisos, sin entrar a su apartamento en el tercero. Ahí, al lado de media ventana abierta, se hallaron el gorro del periodista y los dos kilogramos de naranjas, esparcidas por el suelo, que acababa de comprar.

Según los peritos de la procuraduría, no se apreciaron signos de violencia ni los vecinos escucharon nada que pudiera parecer una pelea o forcejeo, detalle importante debido a que Safronov, a sus 51 años de edad, era un hombre corpulento y alto.

Además, dos vecinas del edificio de enfrente que salieron a fumar al balcón oyeron un golpe seco y vieron a un hombre tirado boca abajo en la nieve. Pensaron que se había tomado unas copas de más, pero al cabo de un tiempo decidieron llamar a una ambulancia. El servicio médico de urgencias alegó: "No podemos ir a recoger a todos los borrachos que se caen un viernes en Moscú, así que si en media hora el hombre no se levanta solo, nos vuelven a marcar".

La ambulancia, por supuesto, llegó tarde y los médicos sólo pudieron constatar la muerte del periodista.

Al recordar este lunes la trayectoria de Safronov, cuya preguntas en las conferencias de prensa pusieron a sudar a más de un general y cuyos comentarios ponían en entredicho el triunfalismo de la plana mayor del Ministerio de Defensa, el periódico Moskovsky Komsomoliets tituló la nota con una duda que comparten quienes lo conocieron: "¿Ayudaron a morir al comentarista militar?"

"El escribía con conocimiento de causa, estilo brillante y argumentos convincentes, lo cual irritaba sobremanera a los altos funcionarios. Así ocurrió, por ejemplo en diciembre pasado, cuando Safronov (en su artículo Se volvió a caer el Alfiler) fue el primero en informar sobre el lanzamiento fallido, por tercera ocasión consecutiva, del misil experimental Bulava (Alfiler). No era ningún secreto de Estado, porque un tratado con Estados Unidos nos obliga a comunicar con anticipación ese tipo de lanzamientos. Pero el Ministerio de Defensa trató de ocultar ese fracaso. ¿De los estadunidense? No, de nosotros", recuerda Olga Bozhieva.

Y prosigue: "La última vez que hablamos me contó que estaba trabajando en un tema muy delicado. (...) Y un día después, según la procuraduría, se suicidó. O sea que un periodista inteligente, alegre y exitoso, coronel, ni siquiera se pegó un tiro y prefirió tirarse desde un cuarto piso -no del piso 10 ó 12 del edificio de enfrente y tener una muerte instantánea- para agonizar con el cuerpo destrozado por las fracturas. ¡Es un disparate! Nada tiene que ver con Iván".

La familia de Safronov comparte esa conclusión y, tras insistir en que carecía de motivos para quitarse la vida, va más lejos y "considera considerar que el periodista fue asesinado, aunque se trata de crear la impresión de que fue suicidio, y no lo mataron unos ladrones", afirma este lunes Kommersant en la nota con que informa de la extraña muerte de su analista militar.