El esfuerzo extra de ser mujer policía

Erika Duarte

Ser policía no es fácil y serlo como mujer implica un esfuerzo extra, que requiere por un lado temple para tratar con la gente y por el otro carácter para imponer autoridad, además de condición física para perseguir y enfrentar a los delincuentes, expresa la suboficial Alejandra Granda Aguilar, conocida también como jefa Delta.

Integrante de la decimoséptima Unidad de Protección Ciudadana de Tránsito femenil, la primera mujer en graduarse como licenciada en Administración Policial y que cuenta con 19 años de trayectoria es una de las 7 mil 388 féminas que forman parte de la policía capitalina.

Al mando de más de 200 uniformadas, su deber no sólo es agilizar el tránsito en el corredor Reforma-Centro Histórico, sino también evitar que se comentan infracciones, aplicarlas en casos necesarios y auxiliar a las personas en choques, asaltos y cualquier tipo de emergencia.

Pese a su complexión delgada, a la mujer no le tiembla la mano al enfrentar a los delincuentes. Su valor le ha merecido diversos reconocimientos, el más reciente por someter a dos sujetos armados con pistola escuadra .45 milímetros, con la que lesionaron a otro elemento de seguridad en plena Glorieta Insurgentes.

Segura de sí misma, la elemento con el distintivo 7-2 considera que dentro de la policía capitalina prácticamente no existen diferencias entre hombres y mujeres, "existen desventajas de fuerza física, que recompensamos con inteligencia y por lo cual los hombres nos ven como competencia, porque saben que somos buenas en nuestro trabajo", afirma.

La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal indica que de las 69 mujeres que se integraron por primera vez a la policía capitalina en 1923 para cuidar parques y jardines durante el gobierno de Emilio Portes Gil, actualmente la participación de la mujer asciende a 7 mil 388 integrantes en el área operativa y administrativa, de las cuales 4 mil 887 son policías y el 19 por ciento de ellas son mandos.