Ex legionarios acuden a apoyar a la familia Bonilla Aldrete
Acusados por abusar del niño Patricio no fueron al juzgado
"Maciel no da la cara porque tiene mucho que perder"
Una década después de que dieran a conocer a la opinión pública los abusos sexuales que sufrieron por el sacerdote Marcial Maciel Degollado, tres ex legionarios de Cristo se presentaron en el juzgado 19 de lo civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) para apoyar a la familia Bonilla Aldrete.
Arturo Jurado Guzmán, José Barba Martín y Saúl Barrales Arellano asumieron como propio un litigio judicial ajeno para responder así a una "obligación social y eclesiástica".
"Desde que éramos adolescentes fuimos víctimas de los abusos sexuales de Marcial Maciel. Las vejaciones fueron de diferente tipo, como masturbaciones forzadas: se obligaba a los súbditos a masturbar a su superior y hacerle tocamientos. También sabemos de intentos de penetración anal.
"Hablamos entre gente adulta, y la sociedad tiene derecho a saber estas verdades, y si en algún momento ellos (sus agresores) piensan que mentimos, que nos citen a juicio. Estamos dispuestos a venir por nuestra propia causa, como ahora defendemos la causa de una familia que creemos que dice la verdad", sentencia José Barba Martín.
Detrás de la barandilla, Ricardo Sodi Cuéllar, representante legal del Centro de Educación y Cultura Ajusco (nombre oficial de la asociación civil conocida como Colegio Oxford), respondió a más de 240 preguntas ante la juez Maricela Cruz Sánchez.
Citaron a más de 10 testigos para la primera diligencia en el proceso civil que emprendieron los padres de Patricio, alumno de prescolar del Oxford que presuntamente fue abusado sexualmente por el maestro Joaquín Francisco Mondragón Rebollo. Paralelo a la denuncia por daño moral, existe un proceso judicial que ya derivó en una orden de captura contra el profesor, la cual no se ha cumplimentado.
No pudieron entregarles la notificación
Con anterioridad, la juez civil aceptó las testimoniales de Maciel Degollado y Alvaro Corcuera Martínez del Río (actual superior de los Legionarios de Cristo), no obstante, el actuario responsable de entregar los citatorios informó a la juez Cruz Sánchez que los domicilios que aportaron los actores (Bonilla Aldrete) son inexactos, por lo que no se pudo realizar la notificación.
Legalmente, el sacerdote oriundo de Cotija, Michoacán, y el "general" Corcuera no tenían obligación, por lo menos el día de ayer, de responder al llamado de la justicia civil. "Era perfectamente previsible que no viniera el padre Marcial Maciel. Es parte de sus estrategias. Es una persona culpable y tiene mucho que perder como persona y como institución", dice Barba Martín.
-¿Oficialmente no fueron citados?
-El domicilio que se dio fue de una credencial del IFE (Instituto Federal Electoral), y parece ser que ya no viven ahí. Pero está el Anuario Pontificio, que es un documento fehaciente que por lo menos da la dirección oficial del superior Corcuera.
"Y el padre Maciel, aunque esté en meditación y penitencia, continúa siendo parte de la congregación y, en ese caso, el general de la orden tiene que estar informado de cuál es su paradero", abunda.
Al término de su comparecencia, Sodi Cuéllar descalificó la intención de su contraparte de que Maciel Degollado y Corcuera Martínez del Río presenten su testimonial: "para mí es una prueba inconducente, ya que son personas que no forman parte de la comunidad escolar y ni conocen a los involucrados".
Sodi, quien se autocalificó como un abogado que no es "de los más baratos, pero tampoco de los más caros" del país, explica que, a partir de hoy, los "actores" tienen tres días hábiles para presentar ante el juzgado la dirección correcta de los testigos, y que en caso de no hacerlo, "la prueba se declarará desierta".
El padre del menor agraviado, José Bonilla, afirma que la intención de citar a Maciel -que el año anterior fue reconvenido por el Vaticano a guardar "meditación y penitencia"- es sentar un antecedente en su litigio y "demostrar que en la Legión de Cristo favoreció una conducta de pederastia que ha trascendido generaciones".
Niega que busque desviar la atención, y sentencia que una de las prácticas de la congregación religiosa "es tratar de minimizar y ocultar los hechos al esconder a los responsables".
La madre del menor, Lisset Aldrete, asegura: "Marcial Maciel tiene miedo de estar en público; tiene pavor a que la gente le reclame. Mi familia está bien; somos conscientes de que decidimos tomar un camino largo, y Pato va a salir adelante".
Fuera del área judicial, Jurado Guzmán y Barba Martín se solidarizan con la familia, se refieren a su propia lucha y denuncian decenas de "atrocidades" cometidas en países como España, Italia, México, Estados Unidos e Irlanda.