Presentan performance por el Día Internacional de la Mujer en cinco estaciones
Sentimientos encontrados en el Metro por clichés de lo femenino
Silbidos acosadores, gritos de indignación y desamparo en ese microcosmos asfixiante
Estás vien uena y hasta un Muera Calderón, escribieron usuarios en las piernas de una artista
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En la estación Hidalgo, una sensual enfermera ''curó'' y ofreció comprensión a los metronautas que deambulaban por los pasillos. Muchos de los ''pacientes'', tras desahogarse, retomaron su camino con el corazón y el alma vendados.
Foto: Víctor Camacho
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Sobre estas líneas, un usuario escribe en la pierna de una de las artistas que participaron en el performance Arque-Tipas: cinco arquetipos femeninos, en la parada Zócalo, acción que motivó la estridencia de una mujer adulta, quien gritó: ''¡Las mujeres no sólo somos piernas, pendeja!''
Foto: Víctor Camacho
Cinco acciones, cinco vidas y cinco mujeres se apoderaron durante igual número de horas de algunas de las agobiantes y concurridas estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro: Balderas, Hidalgo, Zócalo, Pino Suárez y Chabacano fueron los escenarios.
Una joven ataviada con ajustado y descubierto vestido negro, con una pequeña corona, un delantal de plástico y zapatillas de tacón alto provocó fuertes silbidos, además de gritos de indignación y protesta en torno al cúmulo de miradas penetrantes de un grupo de hombres que la rodearon en la estación Zócalo.
La empleada doméstica caminó unos pasos entre las maquetas que muestran a la antigua Tenochtitlán y fue repegada en los cristales de esas vitrinas en donde permitió que cualquier persona le escribiera con plumón negro una leyenda en alguna de sus piernas.
Inusitada experiencia
Espontáneos participantes -de todas edades- se animaron poco a poco a escribir alguna idea y finalmente hasta ayudaron a la chica a lavarse con fibra y jabón. Las piernas estaban enrojecidas.
El resultado provocó acciones predecibles y sentimientos encontrados. ''¡Las mujeres no sólo somos piernas, pendeja!'', gritó una mujer adulta en su camino, mientras otras preguntaban con curiosidad: ''¿qué es lo que está vendiendo? o ¿qué hace ésta?''
Algunas de las frases plasmadas en la piel fueron: Eres muy bella nena, Estás vien uena, Aquí estuve, I love you, Eres sensual y hasta Muera Calderón, entre otras palabras se convirtieron en una negra red que simuló oscuras pantimedias.
Una hora antes en la frenética estación Hidalgo una sensual enfermera plasmó en hojas blancas corazones rojos pintados con su propia sangre. Tal acción la realizó después de curar y ofrecer comprensión a los metronautas que deambulaban por los asfixiantes pasillos.
Muchos de los ''pacientes", tras desahogarse con la enfermera, volvieron a perderse en la estación con las piernas y pechos vendados. La mayoría padecía del corazón, soledad y estrés, al margen de los quebrantos físicos y de salud.
En la estación Pino Suárez, una turista extranjera colocó en forma de enorme caracol muchas postales que después obsequió a los viajeros subterráneos que se detuvieron a mirar lo que hacía la rubia mujer, quien además llevaba maletas y sombrero charro.
La interacción de los usuarios del Metro con la turista devino una serie de fotografías tomadas para recordar la inusitada experiencia con una desconocida.
También en la estación Chabacano, una cocinera sui generis ofreció un paliativo para el mal de amores.
Brebajes rojos, verdes y azules, así como dulces en forma de corazón fueron entregados a quienes así lo desearan para que tras ingerirlos disminuyeran las dolencias amorosas, continuara una esperanza o llegara el príncipe azul.
En todos los lugares la participación de los metronautas fue una sorpresa. Hubo curiosos, tímidos, arrojados, incrédulos, desamparados y hasta petulantes.
Enésima falta de respeto
Las cinco escenas del performance Arque-Tipas: cinco arquetipos femeninos en acción fueron presentadas en el contexto del Día Internacional de la Mujer para escudriñar los papeles de ésta en la sociedad y para promover la igualdad de oportunidades entre los seres humanos, pero sobre todo el respeto al que la sociedad, en una enésima demostración de su falta de éste se refiere equivocadamente a las mujeres como ''el sexo débil''.
Las artistas Odette Paz (en la estación Zócalo), Quetzal Belmont (Hidalgo), María Eugenia Chellet (Pino Suárez), Carolina Marín (Chabacano) y Diana Olalde (Balderas) distrajeron y sacaron a los metronautas de su cotidianidad y de los problemas que los aquejan.
Sus perfomances se titularon Sucia, Cur-ando/ ando-cur/ cur-ando, La turista kitsch, La cocinera corazón y Unisex, y estuvieron coordinados por el también performancero Pancho López, el Museo Universitario del Chopo y el STC.