La prensa uruguaya califica la gira del presidente de EU de "marketing político"
Bush deja Montevideo sin respuestas claras a los planteamientos comerciales
Ampliar la imagen George W. Bush con el tradicional poncho colombiano, ayer en Bogotá Foto: Reuters
Buenos Aires, 11 de marzo. Con variados gestos políticos, pero sin respuestas claras a los planteamientos uruguayos en temas comerciales claves, el presidente de Estados Unidos George W, Bush partió desde Montevideo en las primeras horas de la mañana hacia Colombia dejando una estela de protestas y contradicciones internas.
Un titular del periódico La República de Montevideo, lo expresó de esta manera: "Terminó el marketing político de Bush: se fue con las manos vacías", aunque sí dejó públicamente abierto su teléfono para que el anfitrión Tabaré Vázquez lo llame en cualquier momento que lo necesite.
Mientras en Argentina, el periódico Clarín sostuvo en su nota de priemra plana que Estados Unidos "mostró inquietud por la visita" del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a Argentina y el multitudinario acto que encabezó en un estadio de futbol local. De acuerdo con el periódico, un funcionario de la Casa Blanca "azorado" habría preguntado a un diplomático argentino en Washington cómo se debería "interpretar" el acto de Chávez. "¿Qué significa, a qué se debe?"
La Casa Blanca envió ayer un mensaje encubierto al gobierno argentino a través del periódico La Nación que se refirió al "malestar" en Estados Unidos ante el multitudinario acto antimperialista que organizaron las Madres de Plaza de Mayo y otras organizaciones sociales para que hablara Chávez.
El periódico atribuyó a fuentes oficiales estadunidenses el haber señalado que el acto encarnó un "mensaje muy malo que afecta la estabilidad del Mercosur y debilitó la imagen internacional de Kirchner". Incluso se habría hablado de "los costos que podría reportarle ante la Casa Blanca y en su relación con Uruguay y Brasil."
En el acto, que se vivió aquí como una gran fiesta, Chávez calificó a Bush de "cadáver político", analizó sus objetivos estratégicos para intentar dividir la región y entre otras cosas sostuvo que si quería mostrar un cambio ante América Latina debería retirarse "ya" de Irak.
El canciller argentino, Jorge Taiana, sostuvo ayer que el gobierno "no tuvo nada que ver" con la organización del acto, aunque destacó la satisfacción por los acuerdos conjuntos con Venezuela y adelantó que el mandatario argentino "viajará a Caracas para participar de la Cumbre Sudamericana sobre Energía", los próximos 16 y 17 de abril.
En este punto han quedado los términos, y también sin duda, el paso de Bush dejó incertidumbres en el proceso de integración del Mercado Común del Sur (Mercosur) y en la política interna uruguaya.
Si bien medios uruguayos marcaron su escepticismo ante lo que llamaron "escasas consecuencias económicas" por la visita de Bush, el hecho de que durante 48 horas la coalición gobernante Frente Amplio (FA), se disolvió virtualmente para dejar que cada organización política, sindical o social actuara con independencia del gobierno anfitrión, en cambio muestra consecuencias políticas.
Para el periódico La República "el FA perdió la oportunidad de actuar como una gran fuerza política que es capaz del desafío de hablarle de frente al presidente Bush y a la vez negociar con él. Una vez más la PIT-CNT le sacó las catañasdel fuego". La visita de 34 horas causó conmoción en el movimiento obrero uruguayo, cuya central sindical PIT-CNT encabezó el acto multitudinario de repudio a la presencia del presidente estadunidense.
El encuentro de Bush y Vázquez dejó la idea de que los uruguayos pusieron importantes temas comerciales que el visitante "estudiará" y se supone que esto llevará a Washington a presionar más para la firma de un tratado de libre comercio que facilitaría esos caminos y además serviría para golpear el proceso de integración sudamericana.
Ahora y también se espera en la región como respuesta a Bush, una ofensiva de los socios del Mercosur, disimulando los escozores que causaron estas actuaciones en Uruguay y tratando de redoblar la apuesta, como ha sido la política desde que Chávez impuso un dinamismo muy particular.