Destrozos en el ayuntamiento de la capital yucateca
Protestas antibush dejan 22 detenidos y varios lesionados
Fernández Noroña y otros fueron retirados varias veces
Ampliar la imagen Jóvenes manifestantes protestaron en el palacio municipal de Mérida por la visita del mandatario estadunidense Foto: José Carlo González
Mérida. Yuc., 13 de marzo. Al menos 22 jóvenes fueron detenidos esta noche por elementos de las policías estatal y municipal, luego de ocurrir destrozos en el ayuntamiento de esta capital. La aprehensión colectiva fue a discreción; el único criterio en el operativo fue agarrar "a quien señalaran los ciudadanos", dijo uno de los responsables de la razzia.
"Sólo algunos opusieron resistencia; cargaron con todos los que veían de pelo largo, con aretes o vestidos de negro. Subieron a las camionetas como a 50", señaló un joven que logró escapar de la corretiza en las inmediaciones de la catedral.
Así terminó la jornada de protestas por la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que comenzó con manifestaciones pacíficas, primero frente al bloqueo de la carretera federal Mérida-Uxmal, a cargo de elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y de la policía estatal, que impidió no sólo el paso de un pequeño grupo de manifestantes (no más de diez, entre éstos el perredista Gerardo Fernández Noroña), sino de los propios vehículos de la comitiva oficial y guardias ante el arribo, por la tarde, del mandatario estadunidense a la zona arqueológica.
Ante el cerco, dispuesto a unos ocho kilómetros de los templos mayas, quedaron varados elementos del EMP; la delegada regional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Federica Sodi Miranda (hermana de la cantante Thalía); vehículos con turistas a bordo; familias que viven en las inmediaciones, e inclusive un tráiler con cientos de cerdos. No había forma de ingresar por tierra.
La zona aledaña a Uxmal quedó sellada, incluso para la comitiva del embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, aunque funcionarios de la Presidencia de la República aseguraron que el diplomático no se hallaba en el lugar.
Lo cierto es que en punto de las dos de la tarde, un coronel del EMP -a quien llamaban Marín- dio la orden: ''En 30 segundos los levantamos", en referencia a Isauro Can Coyoc, Juan Alberto Bermejo, Arcadio Sabido y Fernández Noroña; este último fue casi manifestante solitario, pero no se atrevió a brincar las vallas custodiadas por unos 200 uniformados de las policías estatal y Federal Preventiva, listos con equipo antimotines, incluidas pistolas de gas lacrimógeno.
Al frente del convoy de 12 vehículos iban dos Suburban color arena con la bandera de Estados Unidos en las antenas, pero cubiertas con fundas, y varias decenas de elementos del EMP y del servicio secreto estadunidense. De pronto, los militares y antimotines de la policía local levantaron del suelo a los cuatro manifestantes, quienes sólo alcanzaron a gritar "¡malditos invasores, respeten la soberanía de México!"
-¿A los del servicio secreto sí les dan el paso? -preguntó una reportera al denominado coronel Marín, quien había soltado las indicaciones. La respuesta lacónica fue: "Claro".
Casi una hora después surcaron el cielo de Yucatán tres de los poderosos helicópteros "halcón negro", con la leyenda Navy USA, al parecer, ya con el mandatario estadunidense a bordo, a fin de aterrizar en la zona arqueológica. Tras el ingreso de los vehículos, los únicos ciudadanos que pudieron entrar fueron integrantes de una familia, con un niño de año y medio, de la comunidad San Simón, municipio de Santa Elena, quienes aseguraron que nadie les advirtió que si salían de sus casas este martes ya no podrían regresar, al menos hasta entrada la tarde.
''He is not my president''
A bordo de una pequeña motocicleta, la familia maya pasó varias horas intentando encontrar algún camino libre, aunque para ello debían recorrer decenas de kilómetros de un lado a otro bajo el inclemente sol de esta península. Pero no pudieron avanzar los turistas que pernoctan en los hoteles de Uxmal; un grupo de estadunidenses no entendía bien a bien lo que ocurría ni por qué no les permitían ingresar al área. "Es que viene su presidente", les informaron los reporteros. "He is not my president", respondió furioso un californiano.
Por la noche, un grupo de manifestantes, posiblemente unos 200, repitieron la protesta de la víspera en la zona hotelera; en principio, pudieron derribar las vallas de un metro de altura colocadas en las bocacalles de Montejo y Calle 37. Los jóvenes hicieron correr inclusive a elementos del EMP, quienes no portaban ninguna arma. Luego, avanzaron por el Paseo Montejo hasta la entrada de los hoteles Hyatt y Fiesta Americana, donde se colocó la valla de unos tres metros de altura, reforzada con pliegues de acero. Gritaron consignas y lanzaron tierra, rocas, pintura y polvo que, al parecer, era harina con chile y vidrio molido.
Un agente del EMP resultó lastimado, se cubría el rostro y tuvo que ser auxiliado por sus compañeros. Un pedazo de concreto, "devuelto" por los uniformados, alcanzó el pecho de la reportera de la cadena W Radio, Edith Gómez, quien tuvo que ser atendida en un hospital cercano por lesiones en el esternón.
La detención colectiva en el Centro Histórico tuvo como antecedente un amago de elementos de la PFP que intentaron rodear a los manifestantes en el Paseo Montejo. Al final, un puñado de jóvenes trataron de romper teléfonos públicos, hicieron pintas y se trasladaron al centro. Algunos de ellos "provocadores, fuereños con el rostro cubierto", señalaban otros de los manifestantes que sólo mostraban pancartas; rompieron ventanas y la puerta principal de madera del palacio municipal y, al menos, una puerta de cristal que conduce al área de regidores.
Entonces, el gobierno de Patricio Patrón dio la orden de iniciar la detención, minutos antes de las ocho de la noche, en la que participaron unos 400 uniformados de la policía estatal y un centenar de la municipal. "Vamos a cazar a los de afuera", repetía por radio uno de los jefes, quien aseguró que los jóvenes serían consignados por daño en propiedad ajena y al patrimonio público. En el operativo, se informó oficialmente, resultaron lesionados dos policías. "En Mérida somos tranquilos, la protesta fue pacífica; agarraron a personas que nada tenían que ver con los destrozos", señalaban muchachos espantados por la escena poco común, en pleno centro de la capital yucateca. Este miércoles, el departamento juridico del ayuntamiento determinará si consigna a los aprehendidos al Ministerio Público del fuero común o al federal.