Saldo de la visita de Bush; "todos son inocentes", aseguran grupos de activistas
Consignan a 32 jóvenes por destrozos en Mérida
Mérida, Yuc., 16 de marzo. En medio de denuncias por tortura policiaca, 32 de las 48 personas involucradas en los destrozos del palacio municipal de esta capital -durante la visita del presidente estadunidense, George W. Bush-, fueron consignados esta madrugada al penal de Mérida bajo un amplio operativo de seguridad.
De acuerdo con informes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), los detenidos fueron acusados de perturbar la paz pública, dañar edificios públicos, portar armas blancas y actuar bajo el influjo de drogas.
De las 16 personas restantes, seis quedaron libres por falta de elementos, cinco pagaron una fianza de 5 mil pesos y otras cinco (menores de edad) fueron trasladadas al Consejo Tutelar de Menores Infractores en espera de que se defina su situación legal, aunque, según fuentes policiacas, en breve serán liberadas.
A las cuatro de la mañana de este viernes, camionetas de la Secretaría de Protección y Vialidad arribaron al penal paraentregar a los detenidos, en su mayoría estudiantes de escuelas y facultades de la Universidad Autónoma de Yucatán, y de inmediato fueron consignados a juzgados de defensa social.
Cada caso será analizado en los próximos días, pero de inmediato grupos de activistas comenzaron a planear la defensa legal bajo el supuesto de que todos son "inocentes".
Denuncian amenazas de violación
La noche del martes un grupo de jóvenes que protestaban por la visita del presidente de Estados Unidos a Yucatán atacó el palacio municipal emeritense y causó daños al inmueble.
Las policías municipal y estatal aplicaron un operativo para someter a los inconformes y detuvieron a 48. Esta mañana un colectivo de estudiantes universitarios ofreció una conferencia para deslindarse de los "sujetos que atacaron el ayuntamiento", y precisaron que esas personas se infiltraron en la marcha del martes y generaron los destrozos, "pero huyeron cuando llegó la policía".
Los estudiantes aseguraron que la marcha tenía fines pacíficos, "aunque todo se salió de control". Emiliano Pérez Guarneros, uno de los detenidos (pagó 5 mil pesos para ser liberado), afirmó que él y varios manifestantes fueron torturados por agentes policiacos.
El joven se descubrió el cuerpo para mostrar a los medios de comunicación los golpes recibidos en los costados, espalda y brazos. Comentó que luego de ser detenidos durante la marcha, los policías los patearon, golpearon, insultaron y amenazaron con violarlos.
"Una vez recluidos en las instalaciones de la PGJE, los agentes comenzaron a golpearnos y nos hicieron firmar, bajo tortura, declaraciones en las que nos confesábamos culpables de actos vandálicos", concluyó.