¡Qué pasión!
La puesta en vida de una de las grandes obras de la humanidad, La Pasión según san Mateo, de Johann Sebastian Bach (1685-1750), hoy en Bellas Artes y mañana en la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl, donde las localidades se agotaron desde el jueves, constituye un acontecimiento mayúsculo en la vida musical de México. Será dirigida por el especialista austriaco Martin Haselböck al frente de la conjunción de dos orquestas de primer nivel: la Wiener Akademie y Música Angélica Baroque Orchestra, con el Coro de Adultos y Niños de Santo Tomás y solistas extraordinarios: Andreas Karasiak, Ste-phen Salters, Christine Brandes, Carlos Mena, Mark Bleeke y Klaus Mertens.
Coincide este concierto fenomenal con el cumpleaños de Bach, que se conmemora cada 21 de marzo. También responde a la usanza relativa a la denominada Semana Santa, cuando en el mundo occidental se ejecutan partituras que aluden a la liturgia cristiana, y en este caso particular se trata de una partitura de inspiración luterana. En la misma tónica, este domingo se ejecutará en Bellas Artes por segunda ocasión el oratorio Cristo en el monte de los olivos, de Beethoven.
Vale la pena la reflexión en el entorno: la música religiosa no corresponde de manera exacta a los cánones que la Iglesia católica quisiera, pues un sentido de religiosidad profundo se encuentra en músicas que nada tienen que ver con la tradición católica, y como ejemplo de esto fulgura la música gloriosa de Arvo Pärt, que tiene sus raíces en las tradiciones ortodoxas rusas y una música sin tiempo.
Este desfase tiene su correspondencia técnica en la traslación que de la música que Bach compuso para servicios religiosos ha gozado hacia las salas de concierto, en una operación ecuménica que coincide con el deterioro de la institución católica, volcada en sentido contrario a su intención original en favor de los pobres y que, por el contrario, se ha vuelto cómplice de los poderosos para oprimir aún más a los oprimidos.
Las distintas lecturas de los grandes intérpretes de Bach demuestran este aserto. En este Disquero presentamos distintas opciones discográficas de La Pasión según san Mateo, iniciando con la versión legendaria de Herbert von Karajan, cuya portada presentamos aquí arriba, inserta en el cartel que editó la Dirección de Música de la UNAM para el concierto de este domingo.
Concebida con una monumentalidad que estremece, lo que se le puede reprochar a la versión de Karajan es su exceso de protagonismo, que la hace decaer en una teatralidad exagerada, como si la hubiera querido presentar demasiado ''celestial".