Al menos 39.2 kilómetros están en ''riesgo preventivo'', señala un análisis de Pemex
Varios municipios de Tabasco, en peligro por ductos en mal estado
Legisladores, gobierno estatal y ONG exigen conocer el diagnóstico completo sobre la entidad
Las tuberías tienen más de 30 años y son obsoletas; urge dar mantenimiento a la red: técnico
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Vista de la comunidad de Plátano y Cacao, municipio de Centro, donde han ocurrido tres explosiones de ductos
Foto: Consejo Estatal de ONG
Villahermosa, Tab., 19 de marzo. De los más de 8 mil kilómetros de ductos petroleros que atraviesan el subsuelo tabasqueño, es urgente remplazar 39.254 kilómetros en los municipios de Cárdenas, Centro, Cunduacán, Nacajuca, Huimanguillo y Macuspana.
Esas tuberías se encuentran en ''riesgo preventivo'' debido a fallas por corrosión externa e interna, daños ocasionados por terceros o por movimiento del suelo, entre otras causas, según el Atlas de riesgo del sistema nacional de gasoductos, un documento que pocos conocen en la entidad y que ya ha provocado polémica.
El Consejo Estatal de Organismos No Gubernamentales (ONG) advirtió que Petróleos Mexicanos (Pemex) clasificó las citadas líneas petroleras como de ''riesgo preventivo'', lo que quiere decir que es urgente ''sacar los ductos de operación y cerrar válvulas para darles mantenimiento inmediato'', pues podrían estallar en cualquier momento, señaló José Francisco García Sánchez, técnico de la organización que revisó el estudio.
Una línea afectada pasa por la zona de Plátano y Cacao, donde han ocurrido tres explosiones, la más reciente el 22 de enero.
Sin embargo, el Atlas de riesgo... elaborado por Pemex Gas fue desechado por autoridades estatales y diputados locales, quienes lo consideraron ''parcial'' y exigieron el atlas completo. Mientras, diversas ONG han adviertido que las tuberías de Pemex en Tabasco tienen más 30 años de operación y ya cumplieron su ciclo de vida útil.
El documento de la paraestatal sobre la situación de los ductos surgió luego de la explosión de un etanoducto de 12 pulgadas, el 22 de enero en la ranchería Plátano y Cacao, municipio de Centro, cuya cabecera es Villahermosa.
Legisladores, autoridades estatales y organizaciones primero dijeron no conocer la información del Atlas de riesgo, y después de revisar el documento que les entregó Pemex señalaron que su información no era real.
El director de la Unidad Estatal de Protección Civil, Rúrico Domínguez Mayo, sostuvo que el atlas se desechó porque únicamente incluía instalaciones en las comunidades de Cárdenas y Nuevo Pemex. ''Sólo engloba dos sectores y no detalla radios de acción ni afectaciones. Tampoco especifica el tipo de combustible que transportan los ductos que atraviesan el estado'', dijo.
El texto tampoco dejó conforme a la presidenta de la Comisión de Ecología, Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable del Congreso local, Karina González Balcázar, quien dijo que la paraestatal ofreció información que ''no corresponde a la realidad.
''Al parecer nos presentaron un documento parcial, solamente por zonas. Solicitaremos a autoridades de Pemex Gas y Petroquímica Básica que comparezcan ante nosotros y nos presenten el atlas tan mencionado, pero ya no parcial'', dijo la legisladora.
Tras la explosión del etanoducto en Plátano y Cacao, autoridades estatales, dirigentes de partidos políticos, legisladores y ONG demandaron revisar minuciosamente la red de gasoductos.
''Si hacen un atlas de riesgos quizá les llegue a todos, menos a los pobladores. Seguramente lo harán muy presentable, como acostumbran realizar sus trabajos, pero a los pobladores, ¿quién los va a atender? ¿Un papel?'', cuestionó María Teresa Jáber Pancardo, presidenta del Consejo Estatal de Organismos No Gubernamentales, que asesora a los afectados de Plátano y Cacao.
El gobernador Andrés Granier Melo, quien inició funciones el primero de enero de este año, dijo el mismo día del siniestro: ''No lo conozco (el atlas), pero lo solicitaremos al director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles. Nos lo tiene que dar''.
Diputados estatales tampoco conocían el documento hasta que el 26 de enero, cuatro días después del siniestro, funcionarios de Pemex entregaron una copia al presidente de la Junta de Coordinación Política, José del Carmen Escayola Camacho.
El Atlas de riesgo 2006 del sistema nacional de gasoductos, del cual La Jornada tiene una copia, acota que en 2005 ''Pemex Gas emitió el primer atlas de riesgo impreso del Sistema Nacional de Gasoductos, para informar de manera clara y concisa a las autoridades de Pemex, gobiernos y entidades regulatorias del país el detalle y la ubicación geográfica de los tramos de ductos que se encontraban en la clasificación de riesgo preventivo''.
Clasifica las líneas petroleras como de ''riesgo tolerable'', ''riesgo administrable'' y ''riesgo preventivo''. En este último caso, Pemex considera que se deben tomar ''acciones a corto y mediano plazos para reducir el riesgo''.
En el documento destaca el ducto de gasolina de 12 pulgadas Ciudad Pemex-Minatitlán, que pasa por comunidades de los municipios de Cunduacán, Centro, Cárdenas y Huimanguillo. Esta línea atraviesa precisamente la zona donde se ubican La Isla, Cumuapa y San Eligio, así como Plátano y Cacao.
Otros tramos clasificados como de riesgo preventivo son Ciudad Pemex-El Misterio, por donde pasa una tubería de 24 pulgadas de diámetro que transporta gas húmedo y atraviesa zonas rurales de los municipios de Macuspana, Centro, Nacajuca y Cunduacán. La otra es La Isla-Cactus, por donde pasa una línea de gas húmedo de 24 pulgadas.
El texto menciona que en el sector Cárdenas existen 4.831 kilómetros de ductos en riesgo preventivo.
El técnico en afectaciones del Consejo Estatal de Organismos No Gubernamentales, José Francisco García, afirmó que urge intervenir los ductos con riesgo preventivo, ''sacarlos de operación y cerrar válvulas para darles mantenimiento inmediato''.
Dijo que quizá Pemex no lo hace por falta de presupuesto y sólo programa mantenimiento, pero ''sigue haciendo reparaciones rudimentarias con cincho metálico, espárrago y grapas''.
Un estudio de la ONG concluye que en Tabasco ''las líneas de Pemex tienen más de 30 años en operación y la mayoría ha cumplido con su ciclo de vida útil, por las condiciones climáticas, la humedad y la corrosión a las que está sometido el metal. Además no se sabe si el suministro y la instalación cumplen especificaciones y normas''.