Democracia real, hasta que criminales sean sancionados: grupos pro derechos
Con movilizaciones recordarán los argentinos el golpe militar de 1976
El presidente Néstor Kirchner encabezará un acto de "recuperación de la memoria"
Buenos Aires, 23 de marzo. Al cumplirse este sábado 31 años del golpe militar en Argentina, que arrojó más de 30 mil desaparecidos y miles de muertos, el presidente Néstor Kirchner encabezará un acto de "recuperación de la memoria" en la ciudad de Córdoba, en el antiguo centro clandestino de detención de La Perla, uno de los mayores del país, donde desaparecieron más de 2 mil personas durante la dictadura (1976-1983).
En Buenos Aires, la mayoría de los integrantes de organismos de derechos humanos marcharán separados de organizaciones políticas, en un contexto en que se llevarán a cabo diversos actos de repudio a aquel golpe militar, que impuso el 24 de marzo de 1976 la dictadura más cruenta en la historia del país, y en reclamo de que termine la impunidad, ya que a pesar de los avances en los últimos tres años persisten sectores que retrasan los juicios más importantes, de acuerdo con diversas denuncias.
La mayoría de los dirigentes de grupos pro derechos humanos consultados advierten que no será posible vivir una democracia real mientras los criminales de lesa humanidad en las fuerzas armadas, seguridad, empresariales y de la ultraderecha más militante se nieguen a hacerse responsables de los ilícitos cometidos, como la desaparición de unas 30 mil personas, asesinatos masivos, torturas y robo sistemático de niños nacidos en cautiverio.
Señalan que eso impide cualquier recomposición en dichas fuerzas, algunos de cuyos integrantes continúan cometiendo ilícitos similares en plena democracia, con asesinatos de gatillo fácil, torturas y muertes en comisarías y cárceles, por lo que en esta fecha habrá charlas al respecto, bajo el esquema que se inauguró el año pasado, cuando el gobierno declaró el 24 de marzo Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Remanentes dictatoriales han recrudecidas las amenazas contra militantes de organismos humanitarios, pues ayer se hicieron sentir nuevamente sobre una delegación de Abuelas, Sobrevivientes e Hijos de Desaparecidos en una escuela primaria de esta capital, adonde llegó un anónimo amenazante: "Dejen de lavarle la cabeza a los chicos".
Por eso, en esta fecha se unen reclamos del pasado sobre el tema de los derechos humanos con los del presente, especialmente los problemas sociales más difíciles de resolver. Y este año pesará la gran cantidad de amenazas hechas y la dramática desaparición de Jorge Julio López, en septiembre de 2006, quien como víctima de la dictadura fue testigo clave en un juicio contra represores de la provincia de Buenos Aires.
Este viernes, en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo una marcha multitudinaria para exigir que López sea devuelto con vida.
Hebe de Bonafini, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, aseveró que "todavía hay muchísimas cosas que reformar y transformar, y dar vueltas si es necesario". Entre ellas, mencionó, una ley de radiodifusión en boga, al considerarla símbolo de la dictadura, "represiva y que asfixia".
Recordó: "no solamente los militares, la Iglesia, la burocracia sindical y los políticos hicieron el golpe, sino también los medios de comunicación". Analizó cómo el golpe fue cocinado en periódicos, radio y televisión, que también "fueron preparando la tortura y la muerte, tratando a nuestros hijos como terroristas", y recordó que en las noticias de entonces, cuando muchos jóvenes aparecían asesinados, los medios hablaban de "muertos en enfrentamientos inexistentes".
También condenó que los crímenes de la dictadura fueran atribuidos a una supuesta guerra. "En una guerra se pelea por partes iguales y hay armas de verdad para luchar. Ni siquiera tuvieron el valor de juzgar a nuestros hijos, porque son cobardes, asesinos y pusieron e impusieron un plan económico que nos llevó a esto que nos pasa hoy", dijo.
Por su parte, las Madres Fundadoras de Plaza de Mayo encabezarán la marcha de organismos humanitarios aquí, mientras en Córdoba la ceremonia se realizará en lo que fue el centro clandestino de La Perla, lugar siniestro donde en cuatro galpones enmarcados por torres de vigilancias se hacinaba a los prisioneros sobre el suelo, encapuchados, aislados unos de otros, comprendido en la zona tres, con sus diversas subzonas en que los militares dividieron el país.
Estaba bajo control del tercer cuerpo del ejército, con sede en Córdoba, algunos de cuyos jefes fueron (1975 a 1979) el general Luciano Benjamín Menéndez, el general José Antonio Vaquero (desde septiembre de 1979), remplazado luego entre febrero y septiembre de 1980 por el general Antonio Domingo Bussi, a quien se atribuyen centenares de crímenes en Tucumán y el noroeste, entre una larga lista de represores.
La Perla estuvo enclavada en unas dos hectáreas de 36, que ocupaba una finca perteneciente al tercer cuerpo del ejército. Entre 1976 y 1979 fueron desaparecidas allí más de 2 mil personas y otras miles fueron torturadas.
Pero quienes sobrevivieron comenzaron a reconstruir la historia desde 1984, cuando prestaron testimonio ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas. Ydesde el año pasado, sobrevivientes y familiares, Abuelas, Madres, Hijos, decidieron impulsar en ese sitio los juicios contra los responsables, rescatar el lugar y transformarlo en sede de un Espacio para la Memoria, cuyo proyecto presentarán mañana.