Protestan en Guatemala por abusos de autoridades mexicanas y estadunidenses
En aumento, casos de maltrato contra emigrantes de Centro y Sudamérica
Tapachula, Chis. 25 de marzo. Endurecimiento de la política migratoria, más controles y uso excesivo de la fuerza son los nuevos argumentos de los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) en Chiapas, afirma un estudio el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova.
En un análisis sobre la política migratoria del gobierno federal, el organismo no gubernamental (ONG) precisa que ésta se ha endurecido en semanas recientes, hay más controles y uso excesivo de la fuerza durante las detenciones, que se realizan generalmente por las noches y en sitios despoblados, lo cual facilita vejaciones y genera accidentes entre los centroamericanos que tratan de escapar de las autoridades.
Ana Isabel Soto, vocera del organismo, indicó que falta dar trato digno a los migrantes arrestados, ya que los traslados no se efectúan de manera adecuada. A veces los hacen en vehículos que violan sus garantías, pues son llevados junto con jaulas de perros, lo cual significa violencia sicológica.
Asimismo, señaló que las migrantes, en su búsqueda por regularizar su situación, no reciben trato igual ni atención, pues quienes desean legalizar su estancia tienen que hacerlo, en la mayoría de los casos, como dependientes económicos de personas del sexo masculino.
Eso les impide regularizar a sus hijos. Es una modalidad de las instituciones mexicanas, pero desafortunadamente a muchas no las favorece, ya que además, al ser dependientes económicos, no se les permite trabajar, con lo que se coarta su libertad.
Aseveró: no es desconocido que mujeres migrantes vivan con alguien y trabajen en nuestro país. Esa es una dificultad, pues tienen que estar bajo el yugo de un hombre, sea mexicano o extranjero. Se han documentado negativas para realizar los trámites a mujeres y hombres solteros, pues les han dicho que quieren el documento para irse a Estados Unidos. En algunos casos no se considera lícita esa actividad, aunque sean meseras en restaurantes.
Por otra parte, migrantes varados en la zona fronteriza de Guatemala, en su camino hacia Estados Unidos, protestaron por las vejaciones de que son víctimas por agentes del INM y corporaciones policiacas federales de México.
En la manifestación, el reclamo de justicia y trato justo fueron las principales consignas. "Lo que viven los indocumentados centroamericanos en Guatemala, México y Estados Unidos es un vía crucis de sufrimiento y atropellos, en su gran mayoría por autoridades que los han estigmatizado como delincuentes", declaró Walter Asdrúbal Noriega Pezzarossi, hondureño que se encuentra en esta frontera sur desde hace 30 días, en espera de poder seguir su camino hacia territorio estadunidense.
Según el religioso de pastoral de movilidad humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, Ademar Barilli, unos 15 mil migrantes son recibidos cada año en los centros de atención ubicados en los puntos fronterizos de Tecún Umán y El Carmen, en San Marcos.
Para el también encargado de la Casa del Migrante Sin Fronteras, ubicada en la ciudad de Tecún Umán, San Marcos, Guatemala, en esas ciudades hay una enorme población flotante que espera una nueva oportunidad para intentar llegar a Estados Unidos.
Para el religioso defensor de los migrantes, las autoridades mexicanas, guatemaltecas y estadunidenses tratan a los indocumentados como delincuentes o terroristas, aunque saben que el objetivo de éstos es buscar mejores oportunidades de vida para ellos y sus familias.