Usted está aquí: viernes 30 de marzo de 2007 Opinión Salón Palacio

Salón Palacio

Carlos Martínez Rentería

Cumplió un año el Centro de las Artes de San Agustín

EL PASADO 21 DE MARZO se cumplió un año de la apertura del Centro de las Artes San Agustín (Casa), ubicado en el municipio del mismo nombre, en Etla, Oaxaca. Se trata de uno de los espacios culturales más imponentes del país por su belleza arquitectónica (resultado de un amoroso trabajo de restauración realizado a lo largo de seis años por la sabia arquitecta Claudina López Morales, quien transformó una abandonada fábrica de hilados y tejidos del siglo XIX), pero también por ser ejemplo de armonía ecológica y de dignidad artística e intelectual. Más allá de las mezquindades oficiales se debe reconocer una vez más la iniciativa del reinventor cultural Francisco Toledo, quien como ya se ha documentado en La Jornada, el mismo día del inicio de la primavera fue homenajeado (recibió el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, conjuntamente con el escritor Sergio Pitol), en el contexto del Primer Encuentro Internacional de Escritores Oaxaca 2007 que concluyó el domingo pasado.

El taller de papel, un lugar mágico

AUN CAUTIVADOS POR la armonía arquitectónica de los espejos de agua y los amplios salones para exposiciones, talleres de gráfica tradicional, fotografía ecológica y otras disciplinas, el poeta Ernesto Lumbreras (Director del Casa) nos indicó el camino de terracería para llegar al sencillo, pero alucinante taller de papel, también creado por iniciativa del provocador cultural Francisco Toledo, ahí la alquimia de los más sencillos materiales, primero el agua, mucha agua, fibras de cortezas y frutos de la región son fermentados y convertidos en materia prima para hacer papel, hojas de amate, hojas con texturas caprichosas y "coloretes" juguetones (al escritor JM Servín le dejaron plasmar las tintas sobre un papel y parecía niño con juguete nuevo), finalmente el inconfundible sello de Toledo: la fauna de su cosmogonía personal, más allá del "prejuiciado eurocentrismo" con el que se juzga su obra, como lo advirtiera Carlos Monsiváis, el resultado: papalotes con liebres de dos cabezas, murciélagos, calaveras con penes erectos, papalotes para volar la imaginación.

40 escritores en los dos años de Almadía

EN ESTA DETONACION de un inédito movimiento cultural de insospechadas dimensiones, las iniciativas más brillantes necesariamente se complementan, así el Primer Encuentro Internacional de Escritores fue una iniciativa impulsada principalmente por la Proveedora Escolar y la Editorial Almadía, que está celebrando su segundo aniversario, pero lo importante es que este esfuerzo de conjuntar a 40 escritores y llevarlos a conversar con los estudiantes en varias escuelas y reunirlos a leer su obra en pleno andador Macedonio Alcalá, se genera de manera independiente y con el cuidado necesario para no transgredir los endebles límites de civilidad ante una realidad política que lejos está de haberse resuelto. Obviamente el reconocimiento que se hace a Toledo como actividad central del encuentro define una postura, pero la labor de Guillermo Quijas, director de Almadía, de sumar voluntades en torno a un fin común, que es la cultura, ha sido un éxito. Sin embargo, nadie podrá evitar que en las recién restauradas paredes de la bella Antequera aparezca de pronto la pinta anónima de "Fuera Ulises Ruiz".

Un canario evocando a Vázquez Montalbán

UNO DE LOS ENCUENTROS más entrañables que conocimos durante ese rápido viaje a Oaxaca ocurrió durante una inolvidable cena juchiteca celebrada en la casa de la arquitecta Claudina López, madre de Guillermo Quijas, quien hizo una obra de arte de su propia vivienda utilizando el primigenio y rudimentario adobe como elemento de congruencia simbólica de cultura ecológica y humanista. Después de algunos mezcales descubrimos a un tipo de cabellera larga y rubia, suficiente aún para sus 50 años. Se llama Juan Carlos de Sancho y obviamente hablamos de contracultura, de la intensidad de ruptura que significa vivir en una isla como Canarias, de los experimentos que ha alucinado con su editorial El Rinoceronte de Durero, como el emotivo réquiem que a manera de reportaje fotográfico hizo al alimón con el fotógrafo Serafín Palazón, quien va plasmando en imágenes el día que asistió al funeral de su amigo el escritor Manuel Vázquez Montalbán. El prólogo es de José Saramago y en cada página hay sólo una fotografía y en la siguiente una breve interpretación que hace De Sancho de cada imagen. Por cierto que en alguna foto aparece el corresponsal de La Jornada Armando G. Tejeda ("medita su crónica para una América Latina que también llora a Manolo") y al final del libro se menciona en los agradecimientos a este diario. De Sancho, El Canario, llegó a Oaxaca para leer un texto intitulado "Montalbán/Cortázar: un viaje por el subtrópico", pero sus intensidades van más allá de la literatura, hace video, performance y hasta cuenta chistes colorados, esperamos verlo pronto.

Sólo hay un Consejo de la Crónica

SIMPLEMENTE PARA no alimentar confusiones ociosas, Guillermo Tovar de Teresa, fundador del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México, se reunió la semana pasada con los integrantes de la Asociación de Cronistas Regionales y Connurbados AC., que presiden María de Jesús Real y Alfonso Hernández, para aclararles que no hay contradicción entre su labor y las dinámicas del Consejo de la Crónica, cuya legitimidad está más allá de veleidades personales.

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