Guerra sucia, la opinión de Fitch, señala consultora
Resulta cuestionable que la calificadora con menor prestigio y número de clientes de las tres más importantes que operan a escala mundial, Fitch Ratings, haya sido la que elevara la calificación para México por las reformas al ISSSTE, y que el gobierno haga tanta "perorata" por ello (con un manejo político), cuando sólo los grandes corporativos resultarán beneficiados, indicó Roberto Galván, presidente de la consultora Vanguardia Investment.
Debe recordarse -explicó- que sólo existen tres tipos de calificaciones: negativa, estable y positiva, pero cada una tiene subdivisiones, por lo que México no subió propiamente un escalón en la valoración de Fitch Ratings, sino que sigue en el mismo nivel, pero dentro de otro subgrupo, es decir, "que se le dio un grado superior dentro del mismo escalón".
Fitch informó el jueves que "la aprobación de la reforma del ISSSTE envía una señal positiva respecto de la habilidad de la nueva administración para lograr consensos y salir avante ante un Congreso plural", por lo que revisó la perspectiva crediticia de México a "positiva".
"Puede decirse que se trata de una guerra sucia, porque con esa nueva calificación para México, Fitch presiona a las otras calificadoras, Moody's y Standard and Poor's, para que hagan lo mismo", dijo Galván.
Esta semana, representantes de ambas firmas elogiaron la aprobación de la ley del instituto, pero señalaron que resultaba insuficiente para que la calificación de México fuera revisada al alza.
Señaló que la presión por dicha calificación se ejercerá sobre el Congreso de la Unión y el gobierno federal para que aprueben el resto de reformas estructurales, e indicó que "con la nueva Ley del ISSSTE se pierden logros laborales obtenidos por los trabajadores".