Las manifestaciones dejaron un saldo de 859 detenidos, 100 heridos y cuantiosos daños
Condena Bachelet los actos de vandalismo durante las protestas estudiantiles en Chile
Santiago, 30 de marzo. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, condenó hoy enérgicamente los actos de vandalismo y violencia de la víspera, durante las protestas estudiantiles que dejaron un saldo de 859 personas detenidas en todo el país, más de 100 lesionados y cuantiosos daños materiales.
Bachalet, cuya aprobación a su gestión bajó a 45.6 por ciento en marzo desde 49.3 que tenía en febrero, ordenó que tras los disturbios del llamado día del joven combatiente se busque a los cabecillas, que se atribuye a sectores de izquierda, como serían los dirigentes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y los grupos anarquistas.
El subsecretario del Interior, Felipe Harboe, precisó que 603 detenidos corresponden a la capital y que 60 por ciento son menores de edad, es decir, que no nacían para cuando comenzó el principio del fin de la dictadura militar, en 1990.
"Estas personas fueron detenidas por porte ilegal de armas, intentos de robo, desórdenes, graves daños a la propiedad pública y privada, y hoy se realizarían los controles de detención respectivos", dijo el funcionario, además de que ante hechos inaceptable se cobrará a los padres de estos menores los daños que causaron.
Los desórdenes comenzaron la mañana del jueves y acabaron esta madrugada, en que carabineros no logró contener a los revoltosos, mientras la sociedad civil optó por suspender la jornada laboral al comenzar la tarde en medio de un caótico retorno de millones de personas a sus casas ante la paralización del transporte público.
El general director de la policía uniformada, Juan Bernales, al dar cuenta que 39 de sus hombres resultaron heridos durante los disturbios, uno de ellos con perdigones y lesiones graves, dijo que se actuó con "tranquilidad". No obstante, la policía militarizada arremetió contra los manifestantes con gases lacrimógenos y carros lanzagua.
La noche capitalina sumó 274 detenidos entre los más de 850 en el país durante toda la jornada de protesta, en la que resultaron dañados autobuses, mobiliario público, rotura de vitrinas comerciales, ventanales y cortinas metálicas, cuyas pérdidas se estima en más de 104 mil dólares.
Los estudiantes recordaron con estas protestas el homicidio, en 1985, de dos hermanos de un barrio popular a manos de agentes de la pasada dictadura, reclamos por atrasos en la reforma educativa y por los problemas que ha traído el nuevo sistema de transporte público.
De hecho, se estima que la crisis en el transporte público en la capital, denominado Transantiago, es lo que ha hecho caer la popularidad de Bachelet, ya que ahora los capitalinos tienen que hacer largas filas, esperar horas, caminar largos trechos o viajar hacinados en un sistema que combina los autobuses y el tren subterráneo.