Pobres resultados de planes escolares compensatorios
Los programas compensatorios que apoyan a las comunidades educativas más vulnerables, como las escuelas de educación básica -indígenas y rurales-, no son homogéneos, y aunque según las evaluaciones han ayudado a reducir las tasas de deserción y reprobación, no han registrado efectos significativos en el acceso de estudiantes en los niveles medio y superior.
De acuerdo con el Análisis crítico de las evaluaciones de los programas compensatorios en el periodo 1994-2004, auspiciado por el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), el mejoramiento de los indicadores escolares de las "escuelas compensadas" no se corrobora en los estratos y sectores más desfavorecidos de la población que atiende, es decir, de los estudiantes indígenas y los que habitan en las localidades más alejadas y pobres del país.
En dicha investigación, cuyos autores son Rodolfo Ramírez y Patricio Chaves, se sistematizan 22 trabajos de evaluación a los programas compensatorios del Conafe, los cuales fueron producidos durante una década por distintas instituciones.
Con una mirada analítica, se identifican los resultados de dichos exámenes y, al mismo tiempo, se observan algunos de los factores no incluidos en ellos.
En las conclusiones se establece que los cambios positivos identificados en algunas variables durante los distintos ciclos escolares "no necesariamente pueden ser atribuidos a la intervención del Conafe", porque en ellos pueden actuar aspectos como el ingreso al programa de escuelas que pertenecen a estados con mejores indicadores previos.
De dichos análisis se desprende que el impacto positivo es mayor en los niños que en las niñas, "lo que evidencia debilidad en las estrategias basadas en un enfoque de género de las políticas compensatorias".
Además, se evidencia que los resultados inmediatos de las prestaciones no necesariamente se están verificando. Ejemplo de ello es que a pesar de que se entregan materiales didácticos, no siempre se utilizan en las escuelas.
Destaca que la valoración positiva de los actores involucrados en dichos programas no siempre corresponde con "cambios reales en las escuelas atendidas" por éstos. También, algunos de los resultados obtenidos en estas evaluaciones se enfatizan por su importancia, como la realizada al Programa Integral para Abatir el Rezago Educativo (PIARE), por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Los resultados de dicho estudio establecen que existe retraso en el pago de los incentivos a dichos planteles y es necesario aumentar su monto, los materiales que reciben estas comunidades escolares más pobres están incompletos y llegan cuando ya está avanzado el ciclo escolar, la compra de mobiliario constantemente es entorpecida por problemas presupuestales y no hay recursos para mantenimiento.
Destaca que algunos manuales fueron diseñados para impartirse con un "capacitador", que muchas veces no existe, por lo que el material de trabajo pierde sentido. Los ejercicios son reiterativos y no están basados en los problemas concretos que enfrenta el maestro multigrado. Otro grave problema es el desconocimiento de los docentes en competencias como lengua escrita, razonamiento y formación de valores.