Las promesas

El primero de enero de 2004 entró en operación el Sistema Nacional de Protección Social en Salud y su brazo operativo, el Seguro Popular (SP), con el que se iban a corregir desequilibrios financieros, y principalmente a garantizar la universalidad de los servicios de salud, entendida como la cobertura a todos los mexicanos y, la eliminación de "las barreras que han separado a los distintos grupos de población y han dado lugar a enormes inequidades en materia de salud". Así, el SP se planteó como el tercer pilar de la seguridad social. Es, dijo el ex presidente Vicente Fox durante la ceremonia en que suscribió el decreto de reforma a la Ley General de Salud, "un logro equivalente a la incorporación del derecho a la protección social de salud en nuestra Constitución, equiparable a la creación del Seguro Social y del ISSSTE". Con el nuevo esquema de aseguramiento, apuntó, "el ejercicio del derecho a la protección de la salud dejará de ser privilegio de algunos y será una realidad para todas y todos los mexicanos, sin excepción". En febrero de 2006, el entonces secretario de Salud, Julio Frenk Mora, anunció que el SP cubriría los tratamientos de hemodiálisis de los pacientes con insuficiencia renal crónica, la cual es una de las principales causas de hospitalización y muerte en el país. La información oficial indicaba en ese momento, que al año se registran 35 mil nuevos casos. La hemodiálisis es parte de la atención clínica integral que deben recibir esos pacientes, quienes eventualmente podrían ser candidatos a obtener un trasplante de riñón, dijo Frenk.