En su proyecto de revivir el Plan Puebla-Panamá hace de lado la iniciativa bolivariana
Escaso apoyo a los intentos de Calderón de convertirse en líder regional en AL
Campeche, Camp., 9 de abril. Los trabajos para revivir el polémico Plan Puebla-Panamá (PPP) sirvieron para que el presidente de México, Felipe Calderón, advirtiera que México asumirá su "liderazgo regional", su papel de equilibrio y de ponderación y, por ello, ofreciera mejorar el PPP al que inclusive ya se le busca nuevo nombre.
Ni Calderón ni su homólogo de Colombia mencionaron en los discursos la iniciativa bolivariana, impulsada por Venezuela en la, cena que se ofreció a ocho jefes de estado en el Fuerte de San Miguel, pero las afinidades políticas de los mandatarios por la derecha o el centro y la ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dejaron ver el intento de fortalecer otro bloque dentro de la región.
En este afán de ofrecer alternativas a los países centroamericanos, Calderón propuso a sus homólogos la evaluación de los proyectos exitosos del PPP, la incorporación de un componente de seguridad y también el propósito de "asegurar recursos" para los proyectos, lo que ha sido uno de los talones de Aquiles del plan.
Empeñado en asumir el "liderazgo regional", Calderón no sólo convocó a esta reunión extraordinaria sino que envió aviones y helicópteros de la flota del Estado Mayor Presidencial para recoger a la mayoría de los mandatarios.
Así se dieron cita en Campeche el presidente de Colombia, Alvaro Uribe; el primer ministro de Belice, Said Wilbert Musa; los presidentes de Costa Rica, Oscar Arias; de El Salvador, Elías Antonio Saca; de Guatemala, Oscar Berger; de Honduras, José Manuel Zelaya, y en representación de Ortega, el vicepresidente, Jaime Morales.
Y es que la ausencia de Ortega dio la primera señal del rumbo de esta reunión. Diplomáticos al fin, los cancilleres de Nicaragua y Colombia negaron que algún diferendo bilateral tuviera que ver con la inasistencia del presidente nicaragüense.
Luego de una reunión preparatoria entre cancilleres de todos los países participantes, Samuel Santos, de Nicaragua, rechazó que exista inconformidad por la participación de Colombia en el Plan Puebla-Panamá y aseguró que el diferendo bilateral por las islas San Andrés y Providencia debe resolverse por los "canales civilizados" de cortes internacionales.
Mientras, el canciller de Colombia, Fernando Araújo, rechazó que las diferencias con Nicaragua hayan afectado las reuniones de trabajo de la cumbre del PPP. Pero en días pasados, Ortega dijo que "llama la atención la presencia de Colombia" en esta cumbre regional y acusó a los colombianos de "hacer política con gobernantes hondureños y costarricenses, aliándose con ellos para tratar de despojarnos de territorios a los nicaragüenses".
Los trabajos formales del PPP iniciarán este martes en este contexto y el de la declaración que Calderón hiciera horas antes en Mérida, Yucatán, sobre su interés en que México asuma liderazgo regional. "Es tiempo de acercarnos más a nuestros países hermanos latinoamericanos", dijo.
Con el afán de revivir el plan, que el ex presidente Vicente Fox impulsó infructuosamente, ya se habla de cambiarle el nombre. Muestra de ello fue que en la cena se colocó una mampara que decía "Conectando Mesoamérica".
Es tal el interés de Calderón por promover esta iniciativa que se reunió con gobernadores y diputados del sur-sureste para pedirles que lo impulsen (reunión a la que no asistieron el oaxaqueño Ulises Ruiz, que se incorporó a la cena) y el guerrerense Zeferino Torreblanca). El priísta Fidel Herrera Beltrán comentó que en ese encuentro algunos gobernadores hablaron de cambiarle el nombre al plan.
El veracruzano señaló que advertía que los presidentes centroamericanos exploraban qué alternativas tenían frente a la opción de Hugo Chávez.
Y en la bienvenida que el mandatario mexicano dio a sus invitados, insistió en que los une la democracia y se mostró convencido de impulsar el PPP, porque representa un "excelente instrumento de diálogo y concertación" que permite detonar el desarrollo de la región de Mesoamérica.
Señaló que a América Latina quiere verla fuerte, próspera, con unidad y justicia y por eso el PPP será un instrumento para ese objetivo. Puso especial énfasis en que haya trabajo conjunto para que traer tranquilidad, porque hoy todos los países están "seriamente amenazados" por la delincuencia y el crimen que no reconoce fronteras.