La desertificación provocará el desplome productivo de las principales cosechas
Prevén falta de agua y hambrunas producto del cambio climático
Ampliar la imagen El daño a los glaciares puede disminuir el abasto de agua potable, advierte el IPCC Foto: Ap
El incremento de zonas áridas, la caída en las cosechas de los principales cultivos agrícolas y problemas de abasto de agua, tanto para consumo humano como para la agricultura y la generación de energía, serán los principales efectos que dejará el cambio climático global en lo que resta de este siglo.
En las tres pasadas décadas la temperatura en el norte del país se elevó dos grados centígrados y en el resto del territorio nacional fue de un grado centígrado; mientras que a escala mundial el mayor incremento se registró en los glaciares, Asia, Europa, asó como en el norte y centro de Africa.
Las previsiones para este siglo son que el cambio climático llevará a un aumento de las zonas áridas, que podría extenderse desde el norte de México hasta la Amazonia, reporta el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) en la segunda parte de su cuarto informe, divulgado en Bruselas.
El pasado 6 de abril, el IPCC dio a conocer este documento, en el que señala que el incremento en la temperatura y la pérdida de suelo hará que en la región de América Latina el bosque tropical sea desplazado por vegetación semiárida, lo cual constituye un riesgo significativo para la biodiversidad y llevará a que aumente el número de especies en peligro de extinción.
En la evaluación de los impactos del fenómeno climático en la agricultura, indica que provocará un aumento de la salinidad y la desertificación en el suelo agrícola, por lo que está previsto que la productividad de las más importantes cosechas disminuya y esto ocasionará consecuencias adversas para la seguridad alimentaria.
Refiere que para 2050, al menos la mitad del suelo destinado a la agricultora en el mundo se verá afectado, lo cual podría ocasionar hambrunas que afectarían a decenas de millones de personas y ocasionará que hasta 150 millones de personas enfrenten probablemente ante la disminución de los recursos hídricos.
El aumento en el nivel del mar que se ha estimado, de entre 20 y 60 centímetros para fin de este siglo, ocasionará inundaciones en las áreas bajas; el incremento en la temperatura tendrá efectos negativos en los arrecifes coralinos de Mesoamérica, asó como en las áreas protegidas de Cancún y Cozumel, y ocasionará cambios en la ubicación de los bancos pesqueros en el Pacífico sur.
Los cambios en los patrones de lluvias y la desaparición de los glaciares afectarán de manera significativa la disponibilidad de agua para consumo humano, la agricultura y la generación de energía.
El documento precisa que en América Latina se encuentran siete de los 25 principales lugares de fuerte concentración de especies endémicas que están por perder su hábitat natural. México está entre los primeros 10 lugares en cuanto a número de diversidad biológica.
El texto indica que la resistencia de los ecosistemas podría verse superada en esta centuria por un hecho sin precedente: la combinación del cambio climático, las inundaciones, incendios, plagas, la salinidad, la contaminación y la explotación de los recursos naturales.