Su evasión fiscal, pequeña parte de sus beneficios, dice
Es injusto el poder monopólico y voraz de las televisoras: Esteinou
El adeudo e incumplimiento fiscal de las dos más grandes cadenas televisivas del país, por un monto superior a los mil 500 millones de pesos, no es más que una ''pequeña parte de los beneficios que esas empresas han obtenido por nulificar la obligación del Estado de velar por los intereses de la nación y el derecho de todos los ciudadanos a acceder a los medios de comunicación'', aseguró Francisco Javier Esteinou Madrid, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Por ello, el especialista advirtió que el fortalecimiento del poder ''monopólico y voraz'' de las grandes cadenas televisivas en México nos está llevando a una sociedad ''más injusta y polarizada, ante la desaparición total del papel regulador del Estado mexicano, reducido a un simple títere de los intereses económicos del duopolio televisivo''.
El académico de la Autónoma Metropolitana aseguró que no conformes con la aprobación de la llamada ley Televisa, ''ahora nos enteramos que tampoco pagan impuestos, pero siguen recibiendo negocio tras negocio, ya sea con las campañas electorales o con los juegos de apuesta por televisión, sin que el Estado quiera detener el crecimiento voraz y profundamente mercantilista de las empresas televisivas''.
A ello se suma, indicó, que al aprobar concesiones por 20 años para la explotación del espectro radioeléctrico, ''prácticamente hablamos de una concesión a perpetuidad que nulifica la obligación del gobierno federal de velar por los intereses y el bien público, pero también afecta el derecho a la información y la libertad de expresión''.
Esteinou Madrid, experto en el análisis de medios de comunicación, señaló que a un año de la aprobación de la llamada ley Televisa, especialistas y abogados ''han señalado que se trata de una normatividad inconstitucional que sólo fortalece el poder monopólico de las grandes empresas televisoras''.
La intención del duopolio televisivo, afirmó, no sólo es garantizar el control del espectro radioeléctrico ''por lo menos durante tres o cuatro generaciones más, sino en realidad se trata de todo un modelo económico y social que de prosperar significaría la decadencia ética y cultural de un país que sólo accedería a contenidos televisivos de bajísima calidad, considerados como telebasura''.
Digitalización, el otro gran negocio
En cuanto al proceso de digitalización, aseguró que se trata de un ''gran negocio'' para las empresas televisoras, pues se ha ''privilegiado un uso comercial para favorecer apuestas y la instalación de casinos por televisión, pero no para fomentar contenidos educativos y culturales de mayor calidad''.
Es evidente, indicó finalmente, que no existe una modernización digital y libre acceso a las nuevas tecnologías de la información con fines educativos; en los hechos se trata de una ''nueva disputa por un buen negocio, donde el Estado simplemente no tiene ninguna capacidad de regulación, por eso es tan obvio que no les interesa fortalecer un uso educativo, cultural ni científico''.