México aportará 80 mil barriles de crudo, no 230 mil
Reviven plan para edificar refinería en Centroamérica
Campeche, Camp., 10 de abril. Los países participantes en el Plan Puebla-Panamá (PPP) acordaron reactivar el proyecto de construcción de una refinería petrolera en Centroamérica, aunque el mandatario de México, Felipe Calderón, disminuyó 75 por ciento el compromiso de abastecimiento diario de crudo, de 230 mil a 80 mil barriles, con lo cual se debilita el potencial del proyecto.
Al final de la cumbre del PPP, los gobernantes informaron que la licitación se realizará a más tardar en noviembre, y que hay cuatro empresas privadas interesadas en participar: Reliance Industries Limited (India), Itochu Corporation (Japón), China National Petroleum Corporation (China) y Valero Energy Corporation (Estados Unidos). Estos grupos industriales elegirán la sede, que hasta ahora ha sido la principal incógnita.
Calderón Hinojosa justificó la disminución al señalar que hay un declive de producción y reservas. Así, esa decisión reduce considerablemente el potencial de la futura refinería, ya que el plan original, impulsado por el ex presidente Vicente Fox, consideraba que tendría una capacidad diaria para procesar 360 mil barriles de petróleo, de los cuales 230 mil serían aportados por México.
En la reunión se encontraban poderosos empresarios mexicanos con presencia en la región, como el multimillonario Carlos Slim, Valentín Diez Morodo y el dueño de Gigante, Angel Losada.
Luego de sesionar tres horas en el Centro de Convenciones, los ocho mandatarios y el vicepresidente de Nicaragua emitieron una declaración, que reorganiza los proyectos estratégicos en 12 rubros y pone énfasis en los ejes económico y social.
Empeñado en utilizar al PPP para alcanzar liderazgo en América Latina, frente al venezolano Hugo Chávez y su iniciativa bolivariana, en la que también participan Cuba y Nicaragua, Calderón se dedicó a defender el plan.
En la inauguración indicó que de 2003 a 2006 se han invertido 4 mil 500 millones de dólares en 33 proyectos, pero en los anexos de la declaración se mencionan sólo avances parciales, que en muchos casos quedan en estudios de factibilidad.
Aun así, todos los asistentes se aferraron al PPP, cuya declaración fue suscrita por el primer ministro de Belice, Said Musa, y los presidentes de México, Felipe Calderón; Colombia, Alvaro Uribe; Costa Rica, Oscar Arias; El Salvador, Antonio Elías Saca; Guatemala, Oscar Berger; Honduras, Manuel Zelaya; Panamá, Martín Torrijos, y el vicepresidente nicaragüense, Jaime Morales.
Sobre el proyecto de la refinería, cuya sede pelean Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Panamá, para el que se planeó una inversión de 8 mil millones de dólares, Berger reveló que para compensar la disminución del petróleo mexicano, Colombia se comprometió a surtir.
Preocupado por aclarar el asunto, el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, tomó con urgencia el micrófono y dijo que podrán hacerlo "si logramos recuperar nuestras reservas".
Calderón Hinojosa argumentó que bajó la oferta de abasto para la refinería, para dar "viabilidad" al proyecto. Dijo que hablaba con "la verdad", y buscaba también dar alternativas "veraces" a los inversionistas interesados.
Insistió en que las empresas postoras han advertido que se puede obtener petróleo de otras fuentes, como de Venezuela -que no forma parte del PPP-- y Colombia.
Aunque menguado el plan, el presidente de El Salvador resumió el sentir de los mandatarios: "respecto de la refinería, creo que son buenas noticias. Las expectativas antes de las reuniones eran que no se iba a construir".
Los "ganadores" de la cumbre fueron los empresarios, no sólo por la refinería, sino porque se acordó darles participación "permanente y activa" en el PPP, por conducto de un representante.
La ausencia del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega -único que forma parte de la alianza bolivariana y que criticó la presencia de Uribe-, siguió generando jiribilla.
Tanto en el discurso inaugural de los trabajos como en la rueda de prensa, Calderón aseguró que recibían con "mucha simpatía y alegría" la presencia del colombiano, y de hecho habló en nombre del vicepresidente de Nicaragua. Manifestó que éste hizo "un señalamiento muy respetuoso"sobre el PPP.
A pesar de que Calderón estableció como prioridad el tema de la seguridad fronteriza -lo que inclusive quedó reflejado en las reuniones bilaterales que sostuvo con sus homólogos de Colombia y Panamá- para combatir el crimen organizado, no quedó asentado en la declaración final, y el mexicano reconoció que no profundizaron en propuestas concretas.