Premios en la política e Iglesia a quienes impidieron abortar a Paulina
Mexicali, 10 de abril. Tienen rostro y nombre los culpables de que Paulina fuera madre a los 13 años de edad, producto de una violación cometida en la casa que habitaba en 1999, incluso ocupan cargos prominentes en la esfera eclesiástica y en la política panista.
Ocupan curules en el Congreso de la Unión y en la Legislatura de Baja California, además de predicar la palabra de Dios desde el púlpito de la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, de Mexicali. Aunque también hay desempleados gubernamentales y médicos que se extraviaron en la historia de la ignominia por infringir la ley al pretextar su derecho de conciencia.
La decisión de que Paulina del Carmen Ramírez Jacinto fuera madre correspondió al gobierno de Baja California, a su Secretaría de Salud y a la diócesis de Mexicali que ignoraron el derecho constitucional de la niña, luego trataron de convencerla y terminaron por hacer señalamientos públicos en su contra.
"Me da vergüenza porque en esto no tenía nada que ver la Iglesia ni el gobierno pero se involucraron y creo que no tienen por qué meterse en los problemas de la gente", asegura Paulina.
En 1999, el gobernador era Alejandro González Alcocer, actual legislador panista que preside la Comisión de Legislación I de la Cámara Alta del Congreso de la Unión. El ahora senador se opuso férreamente a que en el Hospital General se le practicara un aborto a Paulina.
Su concuño, Juan Manuel Salazar Pimentel, entonces Procurador General de Justicia del Estado también compartió esta responsabilidad y trató de convencer a la adolescente que tuviera a su hijo. Al abogado no le importó contravenir la ley, ya que una de las causales para interrumpir un embarazo en la entidad es, precisamente, haber sido producto de una violación.
Otro actor determinante fue el médico Carlos Alberto Astorga Othón, otrora director de la Secretaría de Salud de la entidad y actual coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional en el Congreso de Baja California.
Con apenas un año al frente de la diócesis de Mexicali, al obispo José Isidro Guerrero Macías le correspondió "tratar de abrir" el corazón de Paulina para que convencerla de procrear a Isaac de Jesús.
El director del Hospital General y quien canceló la intervención quirúrgica de Paulina fue Ismael Dávila Iñiguez, quien pretextó derecho de conciencia.
Finalmente, quien violó a la adolescente de 13 años de edad fue Julio César Cedeño Alvarez, el cual recibió sentencia de 16 años de prisión y permanece en el Centro de Readaptación Social de Mexicali.
Madre de dos hijos -Isaac de siete años y un bebé que pesó al nacer 3 kilos 980 gramos- afirma que a esos políticos los "han premiado con otros puestos, pero allá ellos y su conciencia".
Antonio Heras, corresponsal