Logros de mujeres no reducen desventaja de género
Con empleo precario, más de 45% de los jóvenes en AL
En América Latina y el Caribe los jóvenes son los más afectados por el acelerado proceso de precarización del empleo, pues se estima que tan sólo en la década pasada, en países como México, Bolivia y Perú, poco más de 45 por ciento de los asalariados de 25 años o más tenía un trabajo limitado e inestable.
De acuerdo con datos del Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (SITEAL), organismo coordinado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la brecha de percepción monetaria de acuerdo con el género ha favorecido a los hombres, ya que en todos los países de la región, con excepción de Argentina, los ingresos-horario promedio de los varones asalariados son mayores que los de las mujeres.
Un análisis de las condiciones laborales de las personas de más de 25 años reveló que la precariedad en el empleo no siempre agudiza las brechas de género en el ingreso, por el contrario, "es en las relaciones laborales no precarias donde se observan las mayores disparidades de ingresos entre hombres y mujeres, situación que se presenta en Bolivia, Chile, Perú y México".
En los años 90 los logros educativos que han alcanzado las mujeres, afirma el organismo en el que colabora la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, "no logran atenuar las brechas de género en los ingresos, ya que las mayores disparidades se presentan entre varones y mujeres que concluyeron la formación universitaria".
Para el sector femenino acceder a un trabajo de mayor calidad, señala el organismo, "demanda más años de escolaridad que para los hombres, y aun cuando las mujeres logren acceder a relaciones más formalizadas de empleo, las disparidades de ingreso siguen operando y se acentúan a medida que aumentan sus logros educativos".
Perfil laboral e ingresos
En su Informe sobre tendencias sociales y educativas en América Latina 2006, el SITEAL señala que a pesar del incremento en el nivel de instrucción en los habitantes de la zona, el perfil de la oferta laboral también se ha ido transformando, y aun con ciudadanos económicamente activos, "más capacitados que hace 10 años, el funcionamiento del mercado de trabajo limita las posibilidades de que ese crecimiento educativo se traduzca en mejores oportunidades".
No obstante, destaca que aquellos que no pudieron concluir la educación básica fueron los más afectados y, en su mayoría, absorbidos por la economía informal, "pues las oportunidades de insertarse en el sector más productivo están, cada vez más, reservadas para las personas de mayor capital educativo".
Esta tendencia, afirma el documento, también se presenta en el acceso a mejores ingresos económicos, debido a que, en la mayoría de los países de la región, los sectores más afectados por la caída en los salarios son aquellos que no lograron concluir la formación básica, mientras quienes terminaron la educación universitaria se ubican entre los habitantes de mayores ingresos-horario.