Linda Manzanilla ingresó como nueva consejera de El Colegio Nacional

''La principal cara de Teotihuacán fue la de ser la excepción en Mesoamérica''

ANA MONICA RODRIGUEZ

La excepcionalidad de su trazo, el tamaño de su estructura corporativa, el estado multiétnico y las decisiones ejercidas por un cogobierno son algunas de las características que convirtieron a Teotihuacán durante seis siglos en un modelo de ciudad entre las civilizaciones prehispánicas.

Así lo expuso la arqueóloga Linda Manzanilla en su discurso intitulado Teotihuacán: la gran anomalía de Mesoamérica con el cual ingresó, la noche del lunes, como nueva consejera del El Colegio Nacional, ceremonia en la que la investigadora expuso ante los integrantes de ese cuerpo colegiado y sus invitados la génesis, apogeo y colapso de la llamada ciudad de los dioses.

El intrincado entramado social, las actividades políticas, económicas y religiosas también fueron considerdas para el texto de 16 páginas que leyó la arqueóloga en el cual además se refirió al sacrificio humano, el juego ritual de pelota y la actividad doméstica, como sello distintivo entre los habitantes multiétnicos quienes tenían quehaceres especializados en la magna ciudad.

Teotihuacán tuvo muchas caras, explicó Manzanilla, y la principal -subrayó- fue la de ser la excepción en Mesoamérica. ''Esta ciudad fue la primera en su género y también la única sepultada en el mito de creación, urbe multicolor, señora de los cuatro rumbos, celosa acaparadora de obsidiana, cetro sagrado de Babel prehispánico y diestra creadora de artesanías".

Linda Manzanilla, investigadora especializada en la cultura teotihuacana aún realiza análisis de laboratorio, elabora tesis y arma el difícil rompecabezas que configura la compleja vida de 125 mil habitantes, generación tras generación, a lo largo de seis siglos en la ciudad de los dioses. El próximo año, refirió, reiniciará las excavaciones en el área prehispánica y junto con la radiografía que realizará el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México en la pirámide del Sol podría develarse si esa estructura ''albergó alguna vez la tumba de algún gobernante".

Elogios de Miguel León-Portilla

Al término de la ceremonia, Manzanilla abundó: ''Tras las excavaciones de los conjuntos habitacionales, de desentrañar cómo vivían los teotihuacanos, del conocimiento de los barrios y del posible palacio de gobernantes, se pueden observar varias de esas caras y junto con estudios de otros arqueólogos tenemos que sentarnos a armar ese gran rompecabezas.

Pero también, prosiguió, ''existen otras caras, como las de los sacrificios, las de las contradicciones entre las distintas identidades e intereses hasta que llega el colapso de una ciudad que trató de ser una cosa única -de hecho lo fue- y que dio paso a otro tipo de estados".

Entre las investigaciones que hacen falta para conocer más sobre Teotihuacán destaca el estudio del sistema de gobierno, además de encontrar a los gobernantes físicamente y detectar que ellos fueron los que estuvieron a la cabeza de ese Estado.

''De hecho existe la posibilidad de que hayan habido entre dos y cuatro gobernantes participando de esta idea de compartir identidades y estar a la cabeza de esta gran ciudad excepción, pero Xalla -el gran complejo que está al norte del pirámide del Sol y que estoy excavando- tiene la única plaza donde pudieron reunirse estos cogobernantes para discutir problemas" de la compleja urbe.

La trayectoria, los logros personales, las excavaciones y trabajos realizados en diversos sitios arqueológicos fueron objeto de elogios de los integrantes de El Colegio Nacional y del historiador Miguel León-Portilla, quien se refirió al carácter pluricultural y plurilingüístico en la ciudad de los dioses y a las tesis vertidas por Manzanilla sobre la existencia de un cogobierno y de las características sociales, políticas, religiosas conferidas a esa gran metrópoli.