Mujeres en la ayudantía, "una revolución"
Dentro de las filas del Estado Mayor Presidencial (EMP) la incorporación de mujeres militares en labores de ayundatía y protección del Presidente de la República es calificada como una "revolución", debido a que sus funciones normales son administrativas o como médicas y enfermeras.
La presencia femenina es muy baja en este cuerpo de elite encargado de la seguridad del Presidente, pues apenas participan unas 150 de los mil 862 efectivos con que cuenta.
De acuerdo con información proporcionada por integrantes del EMP, el jefe de este organismo, general Jesús Castillo, se animó a sumar a las mujeres en estas delicadas tareas, porque está "en boga la equidad de género" y desde hace tiempo había peticiones en ese sentido dentro del Ejército.
El propósito consiste también en enviar una señal de que el gobierno del presidente Felipe Calderón es "incluyente", comentaron las fuentes.
En el contexto de la cumbre del Plan Puebla Panamá, realizada lunes y martes pasados en Campeche, las tenientes Lelliet Ramírez, Roxana Torres y Guadalupe Martínez comenzaron a fungir como ayudantes de Calderón, y otras se encuentran en adiestramiento para ser incorporadas próximamente como escoltas.
Como paso previo, Castillo ordenó que se realizara un estudio sobre el impacto de esta medida, que tendrá mayores alcances próximamente, ya que otro grupo femenino se prepara para fungir como escolta, tarea que ha sido exclusiva de hombres.
Las militares que debutaron en Campeche no fueron vistas ayer en la reunión que sostuvo el presidente Felipe Calderón con el Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, debido a que habrá un sistema de rotación. Este miércoles, lo auxiliaron militares hombres.
El reconocimiento al sector femenino del EMP rompe con casi dos siglos de discriminación, ya que el origen de este órgano técnico militar se remonta a 1824, cuando el primer presidente de México, general Guadalupe Victoria, creó una ayudantía general.
Aunque el EMP se creó formalmente en 1942, cuando el presidente Manuel Avila Camacho reformó la Ley General del Ejército y Armada Nacionales transformando la ayudantía en este órgano, indica una síntesis histórica incluida en el libro El Estado Mayor Presidencial: cumplir con institucionalidad.
El EMP tiene múltiples funciones, entre las que destacan garantizar la seguridad del Presidente, de su familia, de los mandatarios y funcionarios extranjeros que visiten la República Mexicana, de los ex presidentes de México, así como proporcionar el apoyo logístico inherente a estas actividades.
Además, apoya al mandatario en diversas actividades, realiza tareas de inteligencia y contrainteligencia, coordina acciones de conservación, mantenimiento y restauración de las instalaciones presidenciales, y administra los recursos presupuestales asignados por la Presidencia para esos propósitos.