Usted está aquí: jueves 12 de abril de 2007 Espectáculos "Me gusta el cine de imágenes fuertes; son más contundentes"

Eun-Hee Ihm ganó un Ariel con Ser isla; "pero no es corto, sino largometraje", aclara

"Me gusta el cine de imágenes fuertes; son más contundentes"

Su documental narra parte de la vida en una isla coreana, en la cual se refleja la cicatriz de la guerra

ARTURO CRUZ BARCENAS

Ampliar la imagen La cinerrealizadora coreana Eun-Hee Ihm vive en México desde hace 10 años Foto: Yazmín Ortega Cortés

La película Ser isla, de la coreana Eun-Hee Ihm, ganó el Ariel en la categoría de mejor cortometraje documental en la pasada entrega, número 49, "pero realmente es un largo y por eso mi escuela -el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC)- ya envió una carta a la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, AC, para que revise el caso", expresó la cineasta asiática.

En entrevista, Eun-Hee Ihm, quien vive en México desde hace 10 años, expresó que en el cortometraje, como género, "la duración es mucho más corta que la del largo, pero, en sí, es una obra completa. La pieza no puede depender de la duración, aunque sea de 30 segundos, puede ser completa. Si una obra dura dos horas, eso tampoco significa que esté completa, necesariamente.

"La mayoría de los directores o cineastas, antes de hacer largometraje, siempre pasan una etapa de elaboración de cortometraje; tampoco creo que sea una etapa, sino que es una obra completa, pero el cortometraje sirve para ver el futuro del cine de un país, porque quien realmente hace los cortos después se encargará del cine nacional; algunos insistirán en hacer cortometrajes.

"Lo que es una lástima, es que no hay muchos espacios donde compartir los cortos, a no ser festivales o algunos canales educativos. Las gente en general no puede verlos, por lo que en México falta mucho por hacer, para sacar al corto de los festivales, donde los especialistas son los que los ven."

Para ella, los exhibidores deben ver "más allá; es decir, no ir por un fruto inmediato, sino por el futuro. Eso se traduce en falta de apoyo al cortometraje y a los jóvenes. Claro, tampoco creo que el corto sea para ganar dinero. Es falta de apoyo cultural".

Revisión de valores

Ser isla narra parte de la vida de Sorokdo, isla coreana donde se refleja la cicatriz de las guerras, la situación confusa posterior a ellas, el sufrimiento extremo y la injusticia de una sociedad con desarrollo económico sumamente concentrado. En el documental, se reflexiona sobre los valores de la existencia humana, acercándose a la vida de los enfermos de lepra sobrevivientes en ese lugar, sobre el prejuicio, el egoísmo y los resultados de la ignorancia, el miedo y la distinción entre normalidad y anormalidad dentro de la sociedad.

En Corea, Eun-Hee Ihm estudió budismo, "la filosofía de la India, que mucha gente piensa que es como una religión, pero... es muchas cosas. La palabra religión viene de Occidente y significa una relación entre Dios y el ser humano, pero en el budismo no existe ningún Dios. Para mí, el budismo más bien es una filosofía de India.

"El budismo no sólo ayuda a hacer cine, sino, más bien, en momentos en que hay que decidir a hacer algo, o tener una visión externa o interna; me ayuda en la vida cotidiana, no solamente en el cine. Es cuando me relaciono con alguien. Para mí el budismo es una filosofía. Como no existe un Dios, todo depende de mí; todo lo que causo va a tener un efecto",

En ese curso de vida, un día, cuando tenía 29 años, sin experiencia, decidió dedicarse al cine. "Fue muy repentino y me es muy difícil explicarlo. Una noche me pregunté qué sería hacer cine. Estaba en una búsqueda y ya entraba a los 30 años. No tenía experiencia en cine. Quería estudiar algo más, algo que me pudiera llenar y el cine, pensé, podía funcionar para ayudarme a reflexionar sobre muchos problemas."

"Crecí en un país de constante tensión"

Precisa: "Estaba en una búsqueda, pero la idea era muy vaga; no sabía nada de cine. Tampoco era una cinemaniática y las películas que me gustaban no tenían que ver tanto con las palabras como con las imágenes, fuertes; me daban un espacio, un hueco, donde puedo jugar. La infancia de Iván, de Tarkovsky, en la que no hay ninguna escena de batalla o de guerra, pero aún así me hace reflexionar sobre lo puede sentir un niño sobre la guerra.

"Crecí en un país en constante tensión sobre lo que es la guerra, en ntre Corea del Norte y del Sur. Tal vez por eso me llega más fácil esa sensación.

"El tipo de películas que me llega es el que posee una imagen fuerte que me hace sentir y entender. También creo que me es más difícil hacer sentir. Yo tenía muchas cosas acumuladas y debía soltarlas. No era fácil vivir sola en el extranjero. Llegué a México sin saber nada de español; fue una lucha conmigo misma, pero una parte de mí me ayudó. Todo lo resolví sola; si viviera con mis padres tendría todas las comodidades y no me faltaría nada. Sería la hija menor y consentida de la familia."

Le ayudó su hermano, que es negociante y va y viene de Corea. Al principio trabajó en una empresa de él. Se metió a estudiar al CCC. Antes de Ser isla, realizó Oscilación, en 2005, en 35 milímetros, la primera de sus obras, un corto que "tuvo más o menos éxito. Trata de confrontar en sí mismo un personaje que tiene una confusión y cree que ya entendió a su ego, que ya rompió con él, pero no. Debe regresar al mismo punto donde empezó a romper con su ego.

"Seguí con Una receta roja para cocinar crustáceos, que trata sobre causa y efecto. La idea surgió de una familia muy violenta. Vivía en Villa Coapa y oía los golpes contra una mujer y niños que lloraban. Yo sufría mucho al escuchar todo eso y me sentía impotente. Escribí un guión sobre un padre violento que siempre molesta a su hijo pequeño y a su esposa. Golpea y viola. El hombre se muere al tragar un pedazo de carne muy grande.

"La mujer y el niño lo dejan para que sufra, el hombre muere y encarna en jaiba. El niño se encuentra a su padre entre las jaibas de una pescadería; las compra y se las lleva a su mamá, quien las prepara. Es un castigo. Aquí hay causa-efecto".

Llegó Ser isla, en la que "mi intención no fue denunciar la injusticia, sino reflexionar sobre nuestros prejuicios. No se sabe sobre la lepra y eso hace que rechacemos a quienes la padecen. No se sabe si es hereditaria o contagiosa, pero ni un cosa ni la otra. Al final del documental pongo una nota para el espectador: la lepra se cura con una pastilla. Y ya. Una gripa es más contagiosa que ese mal".

Su tesis en el CCC es Destápalo, sobre un plomero que destapa ocho baños. "Encuentra un objeto que refleja el problema de cada individuo. Entrevisté durante dos días a un plomero que hizo un trabajo en mi casa. Descubrí que su experiencia es extraordinaria".

Tales son las ideas que dan origen a sus obras. "El Ariel me hace sentir parte de México, aceptada. Nunca imaginé ganar este premio. Me siento como una hija de este país", dijo.

En mayo próximo, en la Cineteca Nacional, se proyectará Ser isla (los días aún están por definirse).

Para comunicarse con la creadora: [email protected]

 
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