Debe ampliar su inversión o ''se nos va a acabar el petróleo'', dijo
No hablemos de cambios en energía, sino de elevar recursos a Pemex: Ortiz
Washington, DC, 15 de abril. El efecto ''más pernicioso'' de la existencia de monopolios en México son los mayores precios en insumos básicos, ''que demeritan la competitividad y la posibilidad de crear más empleos y, en consecuencia, afectan la tasa de crecimiento'', afirmó Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México.
En entrevista Ortiz Martínez destacó la necesidad de que el sector público disponga de más ingresos para permitir que Petróleos Mexicanos pueda ampliar su capacidad de inversión, porque de lo contrario, ''en unos años se nos va a acabar el petróleo.
''Ya no hablemos de reforma energética, simplemente de darle más recursos a Pemex para reponer a una tasa mayor la reserva petrolera'', destacó. ''Hoy se está reponiendo una fracción de la plataforma de producción; entonces, si no se da más recursos a Pemex en unos años se nos va a acabar el petróleo''.
Ortiz Martínez estuvo en esta ciudad para asistir a la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. El funcionario tuvo en esta ocasión una labor adicional que fue presentar las conclusiones de un estudio sobre la reforma del FMI, como integrante de un comité de ocho personas creado ex profeso, entre ellos el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan.
En una pausa de los encuentros, el gobernador del banco central hizo comentarios sobre el tema de los monopolios en México, cuya existencia fue calificada por el Banco Mundial como un lastre para el crecimiento, al asegurar que ''las elites que tienen capturada'' la actividad económica en México, son una de las causas de que la inequidad en el país sea extendida.
Ortiz Martínez fue interrogado sobre este punto.
-Usted habló sobre la concentración y falta de competencia en varias actividades económicas en México y otras instancias también lo han hecho. ¿Considera que esos grupos monopólicos son demasiado fuertes e impiden al Estado ejercer acciones para corregir esas prácticas?
-Si contesto esa pregunta me voy a meter en serios problemas. Yo no puedo hacer un juicio de ese tipo. Lo que puedo decir es que hay dos elementos que favorecen una mejor competencia. Uno es el avance tecnológico que en algunos sectores está reduciendo ya, e incluso eliminando, el poder monopólico. El otro, muy importante, es el consumidor que finalmente está más consciente de esos temas y exige servicios de mejor precio y calidad. El que la sociedad esté más consciente de esto es un hecho positivo, porque pone presión sobre las autoridades regulatorias, el Congreso, diversas instancias que tienen que ver con el tema, y las propias empresas.
-Por un lado existen los monopolios y por el otro una gran desigualdad. ¿Cómo comenzar a modificar esta relación?
-Tenemos un problema grave en materia de pobreza y de distribución del ingreso. Es un problema de América Latina, no sólo de México. El único país que realmente ha hecho un avance significativo es Chile, según las cifras de Naciones Unidas. La pobreza en Chile disminuyó de 38.6 por ciento (de la población) en 1990 a 18.7 por ciento en la actualidad. En México pasó de 47.7 a 35.5 por ciento de la población en el mismo periodo. Se ha abatido la pobreza en México, pero sigue siendo un problema importante, y también el tema de distribución del ingreso no ha mejorado, ha sido muy desigual. En México, de 1980 a 1995 el crecimiento per cápita fue cero, y de 1996 a 2006 ha sido en promedio 2.7 por ciento. De todas maneras es muy bajo.
''La única manera como pienso que se puede superar de manera consistente y más rápido el problema de la pobreza y mejorar la distribución es creciendo más rápido. Un punto o dos de crecimiento sostenido durante cinco o diez años hace una enorme diferencia. Ahí es donde debemos enfocar todos los esfuerzos de política económica. Es muy importante que estén bien alineados los incentivos y que tengamos mercados en que haya competencia para que pueda haber inversión, empleo, etcétera''.
-El proceso de reforma que se ha iniciado ¿es parte de esos incentivos?
-Las reformas son muy importantes. Lo que se ha aprobado es una relacionada con las pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, que desde mi punto de vista es muy importante, porque a mediano plazo va a reducir las obligaciones contingentes del gobierno. Eso es bueno para las finanzas públicas. Lo otro que está en la tubería es la reforma fiscal. Es indispensable porque la recaudación fuera del petróleo es sumamente baja.
''La reforma fiscal es necesaria para poder, por ejemplo, hacer entre comillas una reforma energética que le dé a Pemex más recursos. Es más, ya no hablemos de reforma energética, sino simplemente de darle más recursos a Pemex para que mantenga la plataforma de producción y vaya reponiendo a una tasa mayor la reserva petrolera. Si no se hace algo, en unos años se nos va a acabar el petróleo. Pemex tiene que incrementar de manera importante la inversión en exploración y producción. Estos son recursos que el gobierno federal dejaría de recibir si se los gasta Pemex. Por eso es bien importante la reforma fiscal, para que el gobierno tenga recursos suficientes para educación, infraestructura, comunicaciones y combate a la pobreza''.