Si se ofrecen de manera digna, quien sea puede comercializar los productos: Rafaela Luft
Fonart, CNCA y Sectur unirán fuerzas en pro del sector artesanal
Para vender las piezas no es necesario prostituirlas, asegura la directora del fondo
Relanzarán la tienda de Patriotismo
Aprendimos de malas experiencias como la de Wal-Mart, señala
Ampliar la imagen La directora del Fonart, Rafaela Luft Dávalos, durante la entrevista con La Jornada Foto: Francisco Olvera
Ampliar la imagen Artesanías de Día de Muertos que pueden encontrarse en la tienda del Fonart ubicada en Patriotismo 691 Foto: Francisco Olvera
Ampliar la imagen De acuerdo con Rafaela Luft Dávalos, cualquier lugar que muestre de manera digna las creaciones de los artesanos mexicanos puede ser un buen lugar para venderlas. En la imagen un carrusel que está a la venta Foto: Francisco Olvera
Ampliar la imagen De acuerdo con Rafaela Luft Dávalos, cualquier lugar que muestre de manera digna las creaciones de los artesanos mexicanos puede ser un buen lugar para venderlas. En la imagen un aspecto de la tienda de Patriotismo Foto: Francisco Olvera
Es muy bueno que existan diversas empresas interesadas en la comercialización de artesanías mexicanas, "el chiste es que el artesano venda, pero eso sí: siempre y cuando sea de manera digna", considera Rafaela Luft Dávalos, directora del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart).
En entrevista con La Jornada, la restauradora explica que, durante algún tiempo, la labor de la instancia que coordina desde octubre de 2006 ("la promoción del desarrollo humano, social y económico" de los artesanos del país), se vio relegada.
El Fonart fue durante muchos años una cadena de tiendas mal surtidas de artesanías, a las cuales, inclusive, dejaron de acudir las excursiones de turistas extranjeros.
Ahora, asegura, se tejerán nuevos y estrechos lazos de colaboración con instituciones como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA, con su dirección de Culturas Populares) y con la Secretaría de Turismo (Sectur), principalmente, con el fin de "aplicarnos todos los que tenemos que ver con el sector artesanal, sumar los esfuerzos y hacer una suerte de fondo sectorial para abordar las necesidades de los artesanos mexicanos".
El Fonart, que depende de la Secretaría de Desarrollo Social, es un fideicomiso público del gobierno federal, constituido el 14 de julio de 1974. Para 2007 tiene un presupuesto de "71 millones de pesos de dinero fiscal, y 42 millones de autogenerados".
Con esta nueva administración, el próximo 2 de mayo se abrirá nuevamente la remozada tienda que el Fonart tiene en avenida Patriotismo, con un amplio surtido de artesanías de todo el país, las cuales deben cumplir requisitos mínimos de calidad y tener un precio accesible.
"No hay que prostituir a las artesanías. Existen maneras de hacer divulgación, promoción y difusión, sin que se devalúe o se demerite todo el trabajo de los artesanos", continúa Luft Dávalos.
Recuerda que el Fonart ha tenido "malas experiencias", de las cuales "tendríamos ya que haber aprendido algo". Por ejemplo, "tuvimos una propuesta de Wal-Mart para comercializar las artesanías que Fonart le llevara. Además fue toda una odisea, porque debíamos seguir sus parámetros de trasnacional, como si las artesanías fueran productos perecederos o abarrotes. Las piezas estuvieron mal expuestas, fueron maltratadas, y acabaron tiradas, destruidas. No necesitamos eso.
"Las artesanías mexicanas merecen estar bien exhibidas, bien vendidas y bien tratadas. Con esos requisitos cubiertos, cualquier escaparate es digno. Hemos pensado que todas las embajadas de México en el mundo deberían tener artesanías emblemáticas del país, y que se haga un vivo reconocimiento a nuestros artesanos.
"A Fonart lo que le preocupa es atender al mayor número de artesanos, si bien en este momento no tenemos la capacidad de ver por todos, qué bueno que se pueda auxiliar con otras empresas."
Ocho millones de artesanos
De acuerdo con cifras del INEGI, en el país existen más de 8 millones de personas que elaboran productos artesanales. El Fonart benefició directamente el año pasado a poco más de 26 mil 600, ya sea con la adquisición de sus productos, con el financiamiento a la producción, con capacitación y asistencia técnica, o por medio de los diversos concursos de arte popular. Los artesanos que viven en zonas marginadas o en condiciones de pobreza son los que tienen prioridad para esta institución.
La directora del Fonart considera que en México "el sector artesanal, como tal, padece un problema de comercialización. Los artesanos que exportan son los menos, y hay tanto que ofrecer al público."
Por tal motivo, dice, Fonart "debe retomar su liderazgo, inclusive promover un marco jurídico de defensa de las artesanías, al sector como tal, sobre todo para combatir la piratería, problema del que las artesanías mexicanas no están exentas.
"Vamos a fomentar el registro de las marcas colectivas o regiones de origen, donde ya tenemos un buen antecedente, como es el caso de Michoacán. Fonart ha tenido dos foros nacionales donde se han vertido experiencias exitosas de los estados y las necesidades que compartimos.
"En términos de difusión y promoción haremos una campaña más agresiva de nuestras tiendas. A diferencia de otros comercializadores de artesanías, Fonart tiene piezas de todo el país, pero además, la obligación de fomentar el trabajo artesanal.
"Adicionalmente, renovaremos nuestro programa editorial. Haremos una agenda de trabajo muy puntual con instituciones como el CNCA, porque ellos tienen el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias, además de una serie de financiamientos para investigaciones y un área de capacitación artesanal.
"Sin empalmarnos, vamos a ver qué se puede hacer, pues los productos de las capacitaciones artesanales que el consejo lleva a cabo deberían estar exhibidos, sin ningún problema, en nuestras las tiendas.
"La obligación histórica de Fonart es preservar las formas tradicionales de hacer las artesanías, pero también apoyar los nuevos diseños. En este sentido seguiremos fomentando el reconocimiento a los maestros que dominan una técnica tradicional, a la par de los que tienen propuestas innovadoras para nuevos mercados", concluye Rafaela Luft.