Llamadas astrocitos, se vuelven tóxicas cuando acarrean un gen mutado, explican
Detectan células que segregan veneno causante de la esclerosis amiotrófica
Washington, 16 de abril. Investigadores revelaron que determinadas células segregan un veneno que provoca la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), conocida también como enfermedad de Lou Gehrig.
Dos informes publicados en la revista Nature Neuroscience mostrarían nuevos modos de tratar la enfermedad nerviosa degenerativa, que paraliza lentamente a sus víctimas hasta provocarles la muerte.
Ambos equipos mostraron que las células nerviosas llamadas astrocitos, que apoyan y alimentan a las neuronas, se volvían tóxicas cuando acarreaban un gen mutado llamado SOD1, que ya se había ligado con la ELA en el pasado.
El equipo del doctor Serge Przedborski, de la Universidad Columbia en Nueva York, creó neuronas motrices de ratones que tenían las versiones mutadas del gen SOD1.
Pero estas células mutadas no provocaron el daño que se observa generalmente en los pacientes con ELA cuando crecieron en tubos de ensayo de laboratorio.
Luego, los expertos crearon astrocitos que tenían la mutación genética del SOD1. Los astrocitos son un tipo de células gliales, las cuales ayudan al cerebro y al sistema nervioso a segregar varios compuestos que alimentan a las neuronas.
Przedborski y sus colegas hallaron que cuando el SOD1 presenta una mutación en estas células gliales, una de las proteínas nutritivas se vuelve tóxica. Cuando los científicos crearon astrocitos con SOD1 mutado, éstos exterminaron las neuronas motrices que los rodeaban en ratones.
"Anteriormente se creía que los astrocitos eran simplemente espectadores que veían morir a sus neuronas motrices vecinas", dijo Przedborski. "Con estos resultados, aprendimos que no son sólo espectadores, son jugadores importantes", añadió el experto.
Si esa proteína mala particular se logra identificar, podría permitir crear un medicamento para tratar la ELA.
El uso de las células madre embrionarias puede otorgar una buena alternativa para probar potenciales tratamientos, según indicaron ambos equipos de investigadores.
Los dos estudios emplearon células madre de embriones de ratones para generar lotes de células que imitaran la enfermedad. Los científicos dijeron que los estudios demostraron que las células madre embrionarias resultan vitales para la investigación médica básica.
Estos lotes de células podrían además ser utilizados para probar nuevos fármacos para tratar la incurable y casi siempre letal esclerosis lateral amiotrófica.
Estos resultados son particularmente importantes por dos razones, según el doctor Kevin Eggan, experto en células madre de la Universidad de Harvard, quien dirigió uno de los estudios.
"Proveen una prueba de concepto: si se tienen células madre embrionarias que acarrean los genes de la enfermedad, en este caso la ELA, se pueden fabricar cantidades ilimitadas de células afectadas por la dolencia (y) estudiar el proceso patológico", señaló Eggan en un comunicado.
"Asimismo, tanto nosotros como nuestros colegas de la (Universidad de) Columbia demostramos que en los pacientes con esta forma genética particular de ELA hay un factor tóxico que causa la muerte de las células", añadió el especialista.