Temen que surjan brotes de violencia por los grupos fundamentalistas opositores al aborto
Asambleístas y senadores condenan amenazas contra legisladores
"Sus días están contados" advierten por correo electrónico a la perredista Leticia Quezada
Ampliar la imagen El perredista Avelino Méndez Rangel muestra un cartel en favor de la despenalización del aborto durante la sesión de la Asamblea Legislativa Foto: María Meléndrez Parada
Por unanimidad la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y la Cámara de Senadores condenaron, por separado, las amenazas de muerte que han recibido diputados de diversas fracciones por parte de algunos grupos radicales, "so pretexto de defender su oposición respecto del tema de la despenalización del aborto".
Mediante un punto de acuerdo presentado en tribuna por el presidente de la comisión de Gobierno de la ALDF, Víctor Hugo Círigo, y aprobado por unanimidad, alertan que cuando se adoptan posiciones fundamentalistas e irreconciliables puede desatarse una "ola de violencia física que las autoridades no deben soslayar".
Por ello, la Asamblea Legislativa reiteró su exigencia a la Secretaría de Gobernación y la Procuraduría General de la República (PGR) de hacer valer el estado de derecho para "actúen de manera eficaz contra estos grupos radicales".
En tanto, en el Senado, el perredista Carlos Navarrete subió a tribuna el punto de acuerdo en el que se reprobó categóricamente cualquier intento por impedir la libre discusión de iniciativas de ley, así como las amenazas a los legisladores del DF que analizan despenalizar el aborto.
Al igual que en la ALDF, en el punto presentado en el Senado se resalta el riesgo de que se produzca violencia si continúan las posiciones fundamentalistas e irreconciliables en torno a la reforma de ley.
El senador Navarrete recordó que la discusión en torno a despenalizar el aborto en la ciudad de México provocó que algunos grupos manifiesten y expresen consignas agresivas, insultos, e incluso amenazas en contra de los legisladores locales.
Agregó que aunque los asambleístas ya presentaron una denuncia penal, es necesario que el Senado repruebe el intento de coartar la libertad de los legisladores. "No podemos, de ninguna manera, permitir que la función legislativa se vea empañada por la violencia verbal y quizá física, y tenemos que hacer un llamado a la sociedad para que se debata con ideas, con respeto y tolerancia".
En este contexto, la diputada perredista Leticia Quezada, presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea Legislativa, recibió por medio de su correo electrónico una amenaza de muerte.
Por lo que los legisladores hicieron un exhorto a los titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Joel Ortega, y de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), Rodolfo Félix Cárdenas, para que implementan las medidas necesarias para garantizar su integridad física.
En conferencia de prensa la legisladora detalló que ayer tarde recibió un correo en el que se le advierte: "Sus días están contados, doña Leticia, lo único que puede salvarla a usted y a otros tres diputados es votar contra el aborto".
El documento se integrará a la denuncia que presentaron los diputados Víctor Hugo Círigo (PRD), Jorge Carlos Díaz Cuervo (Alternativa), y Armando Tonatiuh González (PRI), ante la PGJDF contra la autodenominada Guardia Nacional Mexicana.
Resguarda la SSP el recinto legislativo
Joel Ortega informó que a petición de la Asamblea Legislativa del DF, se reforzó el resguardo alrededor del recinto legislativo de Donceles y Allende, y espera que el presidente de la Mesa Directiva envíe por escrito la petición para resguardarla integralmente.
Mencionó que los operativos alrededor de la ALDF continuarán sin importar si las manifestaciones son a favor o en contra del aborto. "Ha ocurrido que cuando hay protestas a favor me llaman diputados para que los retire, pero vamos a mantenerlos".
Hoy, la fracción del PRD solicitará al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, se les brinde seguridad a los diputados locales, en especial aquellos que han recibido amenazas.
Eduardo Gálvez