No se trata de competencia desleal, sólo es para ayudar a los pobres, asegura
Descarta Ebrard ampliar alcance del programa de venta de tortilla barata
Asociación de industriales pide apoyo para comprar directamente maíz, sin intermediarios
Ampliar la imagen Pese a la oposición de empresarios, el programa de venta de tortilla barata se desarrolla sin problemas, asegura Marcelo Ebrard Foto: Marco Peláez
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, aseguró que las Jornadas de Abasto de Tortilla a Bajo Costo no pretenden erigirse en una competencia desleal para las tortillerías establecidas y apeló a la comprensión de los industriales del ramo que se han inconformado, porque se trata de otorgar apoyo a gente de escasos recursos que realmente no tiene margen de maniobra.
Aunque el fin de semana pasado, representantes de tortillerías y molinos del sur de la ciudad se pronunciaron en contra de este programa mediante el cual se expende directamente el producto básico a siete pesos el kilo, el mandatario aseguró que éste se desarrolló sin contratiempos y funcionando tal como se estableció en su segundo día de operación.
El mandatario capitalino descartó que por el momento se amplíe el rango de influencia. "Por ahora vamos a trabajar en estas 20 coordinaciones que son las que tienen el mayor nivel de marginalidad", agregó al señalar, que inclusive, algunos propietarios de tortillerías han manifestado su interés por incorporarse al programa.
Por su parte, la recién creada Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla del Maíz Nixtamalizado del Distrito Federal pidió al gobierno capitalino apoyo para comprar el grano en forma directa y ofrecer así un precio más bajo del alimento básico, tras señalar que uno de sus objetivos en los próximos meses será contactar con los productores y garantizar el abasto del grano a bajo costo a fin de preservar sus fuentes de trabajo.
En tanto, el profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Marco Aurelio García, llamó a que el Estado aplique un control drástico en el mercado del maíz y se otorguen subsidios para "los consumidores mexicanos de tortillas a fin de evitar un conflicto social, pues la seguridad alimentaria es un problema de seguridad nacional".
El académico comentó que es por demás sospechoso que hasta diciembre el precio de la tortilla fuera de seis pesos y al iniciar el año, de pronto existiera desabasto de maíz y subiera al doble, "hay mano negra, no sabemos de quién, pero se trata de beneficiar a unos cuantos grupos de acaparadores".
Agregó que la empresa Cargill, una de las principales comercializadoras de maíz en México, revende el producto a más del doble e incurre en prácticas de acaparamiento, lo que está sancionado en el código penal, pero sigue operando sin ningún tipo de castigo.
A su vez, la presidenta de la Asociación Gastronómica del Sur, Alma Alvarado, dijo que buscarán acercarse a las autoridades capitalinas para acceder también a las Jornadas de Abasto a Bajo Costo, pues el incremento en el precio del producto básico también afecta a los restauranteros, quienes han tenido que absorberlo para no afectar "el bolsillo" de sus comensales y reducir aún más sus ventas, principalmente en el sur de la ciudad, donde la mayoría de los negocios han tenido que recurrir a la complementariedad de giros -venta de flores o manualidades- o cerrar.