Carstens y Sánchez Ugarte cuestionan los regímenes tributarios de excepción
SHCP: se presentará la reforma fiscal "más aceptable" desde el punto de vista político
El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Carstens, definió que "personas iguales, en condiciones similares, deben tributar igual, lo que no siempre sucede en nuestro país", y consideró que el régimen fiscal se vuelve más complejo cuanto más tratamientos especiales y excepciones hay en la estructura tributaria.
En tanto, el subsecretario de la misma dependencia Fernando Sánchez Ugarte informó que la reforma fiscal que presentará el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados enfrenta problemas para llevarse a cabo por la presencia de obstáculos, sobre todo en lo referente a los regímenes preferenciales y tratos de excepción que benefician a fuertes grupos económicos.
Se presentará, dijo Sánchez Ugarte, "la reforma fiscal más aceptable desde el punto de vista político."
Ambos funcionarios participaron en el foro Reflexiones para construir una hacienda pública sólida con visión federalista, realizado por la Liga de Economistas Revolucionarios (LER), una organización del sector popular del PRI, la tercera fuerza electoral del país.
Entrevistado al término de su intervención, el subsecretario de Hacienda precisó que los trabajos sobre el proyecto de la reforma fiscal llevan un avance "de 80 a 90 por ciento", y aclaró que el Congreso determinará los tiempos para su presentación. Calculó en 300 mil millones de pesos, tres puntos del producto interno bruto, el monto en que se pretende elevar gradualmente el ingreso del gobierno hasta el término de este sexenio, con el amplio abanico de medidas para reformar la hacienda pública.
Sánchez Ugarte explicó que la reforma abarca cuatro áreas fundamentales de la hacienda pública: modificaciones al régimen tributario para elevar en tres puntos del PIB el ingreso adicional de recaudación; medidas de mayor y mejor coordinación en la distribución de los ingresos y gastos fiscales en los tres órdenes de gobierno, federal, estatal y municipal, además de elevar la calidad y transparencia de la recaudación y el combate frontal a la evasión.
Ante legisladores de PRI, PRD y PAN que se encontraban presentes, Agustín Carstens, por su parte, exhortó a que el debate con el Legislativo se amplíe a la hacienda pública y no se limite a los fines recaudatorios. "Es cierto que tenemos que incrementar los ingresos públicos, no hay la menor duda", planteó. "Pero también la gente debe y merece saber cómo y en qué se está gastando el dinero público no sólo a nivel federal. Esto también incluye a los estados y a los municipios", sostuvo.
En el mismo tenor, el secretario de Hacienda señaló que la discusión "no es querer cubrirse mejor con una cobija de un tamaño determinado. Hay que ampliar y fortalecer los recursos y su reparto. Hay que simplificar y facilitar la recaudación tributaria y fiscalizarla mejor", señaló en referencia a las medidas que, sin mencionarlas, pretenderán fortalecer el federalismo.
Carstens aprovechó el foro para hacer "un gran reconocimiento a la labor de las cámaras" para aprobar las reformas al régimen de pensiones de los trabajadores al servicio del Estado, las cuales, dijo, "apuntan a mejorar la solvencia financiera de este país". De forma específica se refirió al PRI, "un jugador muy importante en estos debates".
Por parte de los anfitriones, el diputado Marco Antonio Bernal Gutiérrez, de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), manifestó que el PRI se ha comprometido con el momento de los cambios y de los consensos. Mencionó dos acciones de respaldo a las iniciativas impulsadas por el gobierno actual. En la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para este año "no le regateamos nada", expresó. El voto legislativo del tricolor ha sido decisivo para los cambios del ISSSTE, continuó.
Bernal Gutiérrez también hizo deslindes. En la reforma hacendaria "no queremos IVA en medicinas y alimentos", porque lesiona a los más pobres. "Es patético enterarnos en el periódico de que las grandes empresas no pagan impuestos". Pero matizó: "es patético, pero no ilegal".
Tampoco faltaron los reproches: "No apoyamos que el gobierno use recursos públicos para campañas políticas", en un año en el cual habrá 14 elecciones. Y un flirteo reconciliatorio: "Queremos seguir por la ruta del diálogo y los acuerdos, pero también queremos juego limpio", concluyó el diputado priísta.