El volumen se basa en emociones comunes, declara
Pretextos para la poesía plasma instantes de mi vida: Pável Zamudio
Una selección de poemas realizados entre 1976 y 2002 integran el libro Pretextos para la poesía de Pável Zamudio Ramírez, quien en diversas etapas de su vida profundizó en torno a los sentimientos y a las innumerables voces internas que nutren al ser humano.
El volumen, editado por Trilce, surgió por la necesidad del autor "de comprobar si lo que había escrito durante años podría ser trabajado y desarrollado para convertirlo en arte".
Durante un año, abundó, "empecé con la recopilación, refinamiento de los textos y corrección de los poemas". Esta labor, explicó, resultó complicada porque al realizar modificaciones me enfrenté con la infinidad de estilos que había tenido a lo largo de varios años de proceso creativo.
En Pretextos para la poesía, el escritor, quien actualmente radica en Londres, expone una travesía personal plasmada en poemas "y el ejercicio realizado implicó anteponer la idea de la primera inspiración para no cambiar el espíritu ni la forma originales".
En la obra poética, dijo Zamudio, se refugia lo más extremoso de su vida, aunado a los sueños, fantasías, miedos y al mismo amor.
El libro, por tanto, "no es un buen resumen del individuo sino una selección muy parcial de mi vida, lo que existe ahí, no soy yo, son fragmentos muy seleccionados", agregó.
Voces que describen, Voces de una historia, Voces amorosas, Voces que celebran, Mosaico de una vida a tu lado, Voces contra d'ellas y Voces que reflexionan son los apartados en que el Pável Zamudio sumerge al lector en las profundidades de la experiencia y de los sentimientos universales que caracterizan a los individuos.
"Mi poesía se basa fundamentalmente en emociones y sentimientos personales que poseemos los seres humanos y compartimos de manera universal." Resume: "una buena poesía es la que habla con metáforas de la vida de manera sutil".
Zamudio Ramírez empezó a escribir a los seis años de edad y para adentrar a las personas en la lectura de obras poéticas sugiere un método infalible que también le aplicaron cuando era niño: "Acercar o leerles tres poemas a personas que hablen de su estado anímico y seguro se convertirán en aficionados a este género".
El problema, añadió, "es que no existe una guía muy buena para entender los estados anímicos; además de que las poesías están enclaustradas en libros, bibliotecas y en los rincones más oscuros".