Pese a su estatura, es de los jugadores más destacados del torneo
La velocidad y encarar a los rivales, mis puntos fuertes: Hobbit Bermúdez
Ampliar la imagen Christian Bermúdez muestra su habilidad con el balón Foto: Roberto García Ortiz
El juvenil Christian Hobbit Bermúdez, a los 19 años, es el jugador de menor estatura en la liga mexicana y encara esa condición decidido a sacarle provecho, pues asegura que su metro sesenta y uno no le cierra puertas en el futbol porque "trabajando fuerte y haciendo las cosas con inteligencia" puede competir.
"A veces me ha afectado, pero otras (resulta) bueno. Obviamente no puedo ir al choque, no puedo buscar un balón por arriba porque no tengo tantas posibilidades de ganar -aunque sí lo voy a intentar con todo-, pero mis puntos fuertes son la velocidad, encarar a los rivales y tener mucha movilidad dentro del campo", asegura el volante y delantero del Atlante.
Al parecer la estrategia funciona porque debutó en primera división durante el torneo pasado y en el Clausura 2007 logró regularidad y un papel protagónico dentro de su equipo. Jugó en nueve de las 15 fechas disputadas, ocho de ellas como titular, y marcó dos tantos, ante Necaxa y Veracruz.
"Hacer goles es muy motivante, muy padre, porque el gol es todo y conseguirlo a mi edad es muy bueno", comenta el Hobbit.
Como balance de su entrada firme a la primera división, asegura que "la experiencia fue muy buena, el Profe (José Guadalupe Cruz) me ha dado mucha continuidad. Estoy muy contento porque he crecido como futbolista y trabajo fuerte para seguir", agrega.
Pese a sus 58 kilogramos y su físico menudo, Bermúdez no pasa desapercibido porque es un jugador ágil que genera situaciones de peligro y distribuye balones en la ofensiva.
Por su destacado rendimiento, la prensa especializada lo señala como una de las figuras del torneo, distinción que le genera "mucha alegría, porque es muy grato que los periodistas y la televisión te cataloguen de esa manera".
Además, su presencia en la primera división generó algunos cambios en su vida. "Mi familia está feliz; están muy emocionados y me dicen que siga luchando, que vaya por más. Ahí por la casa (Ecatepec) las personas me miran un poco diferente, me llegan a reconocer y me piden autógrafos. Eso me pone feliz", dice sin ocultar su sonrisa.
Aunque nació en Neza, vivió siempre en Ecatepec, estado de México. Allí sigue con su familia y cada día se traslada hasta el Centro de Alto Rendimiento, cerca de la caseta a Cuernavaca.
Siempre lo hizo en Metro y pesero, "que era muy tardado", pero ahora un compañero le da aventón mientras termina de ahorrar el dinero para comprar, en un par de meses, su primer carro.
Ronaldinho y Blanco, sus ídolos
Parte de su desarrollo futbolístico está en la selección Sub-20, donde -asegura- su experiencia en el premundial y diversas concentraciones le dio "mucha fuerza y mentalidad". Hoy aspira a clasificar a la liguilla con Potros, pero también sueña con pasar pronto a la escuadra mayor.
"Es un sueño que tengo, jugar algún día en la (selección) mayor. Es un proceso que se debe llevar paso a paso, no me quiero apresurar, todo a su debido tiempo", dice.
Anhela participar en un Mundial y probar suerte en España, porque de ahí es su equipo favorito, el FC Barcelona, y uno de sus referentes, el brasileño Ronaldinho Gaúcho. El otro vive en este país y viste todavía la playera del América. "La verdad, Cuauhtémoc Blanco es mi ídolo, por su forma de jugar, su inteligencia, los pases que da y cómo se mueve en la cancha".